Un total de 50 voluntarios de la Cruz Roja Colombiana están ad portas de iniciar un taller de capacitación en apicultura, que espera emplear diferentes técnicas que amplíe la capacidad de atender este tipo de llamados que suelen ser frecuentes en la comunidad.
Diego Ómar Paz Escobar, voluntario de la Cruz Roja Colombiana, seccional Tolima, y quien se desempeña como gestor de proyectos y cooperación nacional e internacional, destacó que esta iniciativa busca proteger a los habitantes de diferentes zonas, pero sobretodo proteger el medio ambiente.
“Le decimos a la comunidad que cuenten con la Cruz Roja, nosotros hacemos el rescate apícola, rescatamos la colmena y se instala nuevamente en un sitio adecuado.
“Protegemos a la comunidad y también el medio ambiente a través de la protección de las abejas”, sostuvo Paz Escobar
Formación
El proceso de formación en temas de apicultura establece un lapso de desarrollo de tres meses y tiene un convenio con el Sena que implica para quienes están en este proceso formativo una doble certificación.
El curso ha dividido sus ejes temáticos en diferentes componentes, uno que inicialmente permitirá conocer la parte teórica de la apicultura, colmenas y estructura, con el fin de comprender su comportamiento y otra parte práctica, a través de talleres de rescate apícola en las zonas rural y urbana.
Además, espera que sus voluntarios tengan la capacidad de reaccionar frente a personas que presenten complicaciones de salud como alergia por picadura, para lo cual se dispone de equipos que ponen en contexto la situación, así como trajes, colmenas y elementos de rescate.
Proyección
Esta iniciativa que nace en el municipio de San Luis, actualmente trabaja en temas de apicultura con un grupo de apoyo, y recibió la visita de una líder del comité internacional de la Cruz Roja, quien resaltó esta propuesta.
Asimismo, están comprometidos en la elaboración de un centro de estudio de apicultura, que tiene como finalidad identificar y comprender el ciclo de vida de estos insectos, así como crear espacios que permitan reubicar a las abejas y así la comunidad pueda acercarse para hacer un turismo apícola.
Con la creación de este grupo de rescate, se espera vincular a más grupos de emergencia para empezar a implementar estas acciones en todas las organizaciones.
“La idea también es que este proyecto se replique con comunidades que tengan la misma problemática que detectamos en San Luis y sea un modelo de convivencia social, de iniciativa empresarial, una unidad de negocio para la comunidad que tenga otro tipo de ingresos y que el impacto medioambiental sea bastante positivo”, indicó el voluntario de la Cruz Roja.
Cifra
10% de las actividades de la Cruz Roja tienen que ver con rescates, las demás son otras líneas de trabajo comunitario.
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