Semillas de capacho

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

Ya están apareciendo las semillas de capacho para hacer sonar las maracas de candidatos a dirigir la desafinada murga presidencial. Unos con el run run de la opinión y otros esperando qué pasa. Entre los primeros están Humberto de la Calle, Sergio Fajardo, Iván Marulanda, Jorge Enrique Robledo con su buena imagen en el Tolima y parlamentario destacado por la defensa de sus ideas y Gustavo Petro que se fue al piso cuando los gobiernistas trataron de mostrarlo como un peligro para el mundo por sus pensamientos políticos (¿?).
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Dizque Holmes Trujillo destapará sus aspiraciones, más de la cuenta, cuando dejen de creer en su inutilidad burocrática, en su fracaso para sacar a Maduro a punta de babosadas, en su empeño por  desconocer las decisiones de los jueces y criminalizar la protesta, en la magia de convertir las masacres en simples homicidios y en no haber superado a su antecesor en el tratamiento del orden público con el despliegue de los calzoncillos rosaditos encontrados en un cenco de alambre de púas.

Vargas Lleras no pudo recuperar lo que perdió por el coscorronazo. Toca esperar la llegada de más semillas de capacho que de pronto regalarán los enemigos de la verdad sobre el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado, algo tan embolatado como la honestidad y la capacidad de ciertos funcionarios dedicados a la propaganda y las investigaciones sobre los negociados de Odebrecht.

Las maracas de quienes en el Tolima apoyan, por oportunismo, a candidatos siguen sin las semillas de capacho. A lo mejor esperan dónde se van a acomodar para cuadrar con sus fuentes de ingreso, normalmente dineros del Estado mal habidos o de los narcos que ya controlan todo; y los flamantes discursos sobre la corrupción que el público aplaude como demostraciones de humor.

Se comenta que el combo del Valle de San Juan, que unos llaman pandilla, espera con el apoyo intelectual de un tal Choco, un fallo de la justicia para buscar cupo  para descargar sus semillas de capacho. A eso quedó reducido el partido conservador observando como el liberal gradúa a Gaviria como sepulturero.

Seguramente llegarán toneladas de semillas de capacho de parte de profesionales especializados en robar dinero del Estado, de los que comercializan hasta los auxilios para damnificados, de los que compran votos y pagan testigos falsos, los que hacen figurar como insurgentes a quienes no están de acuerdo con la represión violenta a la protesta. Los que se oponen a la verdad sobre la violencia y sus patrocinadores, los que siguen robando tierra y despreciando indígenas, negros y campesinos, los que toman del pelo con los chanchullos oficiales con obras que terminan como elefantes blancos y los que no quieren la paz.

*-Ñapa: “Vivimos en un mundo donde el funeral importa más que el muerto. La boda más que el amor. Y el físico más que el intelecto. Vivimos en la cultura del envase que desprecia el contenido”. Eduardo Galeano.

HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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