El distrito de riego Triángulo del Tolima es una obra que los tolimenses han ambicionado desde hace más de cincuenta años, y que se presentó como la redención del campo para el sur del Departamento.
El proyecto surgió a la par de los distritos de Coello y Saldaña, que llevan largo tiempo en funcionamiento; sin embargo, el Triángulo no se construyó, pues en aquel entonces se consideraron prioritarios los otros dos, porque cubrían poblaciones más amplias, pero quedó proyectado como una obra de gran potencial agrícola para el país.
Desde comienzos de este siglo, cuando finalmente comenzó la construcción, la obra ha tenido grandes avances, pero también se ha encontrado con duros tropiezos, sobre todo por la lentitud de los procesos contractuales, las licencias ambientales y por la falta de recursos. La Contraloría la considera como un elefante blanco, pues aún falta por construir la tercera fase de la obra, y no está cumpliendo con el objeto social y económico para el que fue proyectada.
En busca de una salida, la Contraloría ha planteado tres alternativas: la primera es definir si la obra es financieramente viable con recursos de la Nación, algo complicado, si se tiene en cuenta la difícil situación de las finanzas estatales; la segunda opción es recurrir a una Alianza Público Privada y la tercera consiste en entregar de forma anticipada las obras existentes, mientras se avanza en una concertación para concluir la fase 3.
Si bien es un proyecto que ha tenido muchos percances, el Triángulo está operando y la prueba se halla en que en la actualidad está irrigando más de 12 mil hectáreas, que se surten a través de captaciones ilegales.
Por eso es urgente que el Tolima unido —congresistas, gobernador, diputados, alcaldes, agricultores y sector privado— se dedique al seguimiento de estos procesos que están avanzando y se concentre en hallar la salida para finalizar la obra, que servirá para generar empleo, desarrollar proyectos de producción de alimentos, garantizar la seguridad alimentaria de la región y llegar con soluciones a una población que ha estado desprotegida, con altos índices de pobreza, con difícil acceso a la educación y a la salud. Además, se ayudará a crear un ambiente de paz en una región convulsionada y golpeada por el conflicto interno que ha vivido el país durante décadas.
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