Historia
Una caravana de motos adornadas con bombas blancas y moradas acompañó el féretro de ‘La Pelirroja’. Era la última vez que verían el cuerpo de la joven de 18 años de edad, a quien de cariño su padre Jorge Alexander Ruiz le decía ‘Mi Flaquita’.
El coche fúnebre salió de Serfuncoop en el barrio Cádiz hacia la iglesia San Antonio María Claret donde el sacerdote realizó la Eucaristía a la que asistieron sus amigos y familiares.
El ataúd ingresó a la casa de Dios al ritmo de la canción ‘Es mi niña bonita’. En primera fila estuvo Guiovanny Salas, aún adolorido por las lesiones que tuvo aquella noche debido al accidente que sufrió junto a su novia; pero su rostro reflejaba tristeza porque ya no tendrá a su lado a Alejandra.
Una vez terminó la misa el féretro fue llevado por los más cercanos de Ruiz Velosa, mientras varias personas lamentaban la tragedia y aún no podían creer que era el último momento en que estarían con ‘La Pelirroja’.
Salas se montó en la puerta trasera del carro que tenía un bafle de sonido a todo volumen. Mientras él sostenía en sus brazos el casco amarillo que siempre usaba su novia se escuchaba el coro de la canción ‘Yo te extrañaré’.
Y fue en esos momentos, con esa tonada, en que las caras de los asistentes se llenaron de lágrimas.
El ataúd salió con destino al cementerio San Bonifacio donde los ‘moteros’ no dejaron de pitar. Así le dijeron a Alejandra hasta siempre.
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