Héctor Barragán Gutiérrez labora desde hace cerca de tres años como auxiliar administrativo, en provisionalidad, en la ventanilla única en el área de radicación de la dependencia. Además es conocido porque fue el dueño del desaparecido bar La Vieja Enramada.
Los servidores públicos lo detuvieron, pues tenía una orden judicial emitida el pasado 8 de agosto por el Juzgado Séptimo de Control de Garantías por los delitos de acceso carnal violento, acceso carnal con menor de 14 años y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones.
De igual forma, de manera simultánea los investigadores llegaron hasta el conjunto residencial Altos de Miramar, torre 3 apartamento 106, ubicado en la carrera 17 sur, número 27 - 70, donde efectuaron un allanamiento. El mismo tenía como fin buscar elementos materiales probatorios como un arma de fuego y encontraron una, al parecer neumática, la cual fue incautada. Pero será el peritaje técnico el que arroje si es un arma de fuego o de fogueo.
Esta redacción, conoció que la investigación inició luego de una denuncia, la cual señala que Barragán Gutiérrez para junio de 2015, presuntamente usando un arma de fuego, accedió carnalmente a un menor de edad. Y que los accesos carnales continuaron con la misma víctima. El caso está a cargo de la Fiscalía 17 Seccional de Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual, (Caivas), que lo presentará hoy ante el Juez de Control de Garantías.
Comunicado
El personero encargado del municipio, Camilo Piedrahita, se pronunció sobre el caso. “Los hechos son independientes y ajenos a la función que realiza en la entidad municipal y se trata de circunstancias relacionadas con su vida personal y privada, las cuales no tienen relación alguna con su labor como servidor público”, dijo el funcionario público.
Agregó que la Personería siempre será respetuosa de los procedimientos legales y estará al tanto del pronunciamiento de la administración de justicia.
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