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El Ejército Nacional de Colombia reportó el hallazgo de una fosa común en el cañón del Micay, ubicado en el departamento del Cauca, como parte de la operación Perseo. Según los primeros informes, en el lugar fueron encontrados los cuerpos de un menor de edad y cuatro adultos, aunque no se descarta que haya más víctimas en el sitio. Las autoridades están realizando labores de exhumación para determinar con mayor precisión las circunstancias de estos asesinatos.
Los cuerpos hallados presentaban signos de fusilamiento, lo que apunta a un posible crimen perpetrado por grupos armados ilegales. Aunque aún se están realizando investigaciones, las autoridades sostienen que las víctimas habrían sido asesinadas por integrantes de la estructura Carlos Patiño, una facción disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El hallazgo fue confirmado por el mayor general Omar Esteban Sepúlveda, segundo comandante del Ejército Nacional, quien indicó que el operativo se desarrolló en el municipio de Argelia, Cauca, con el apoyo de la Policía Judicial y otras unidades de inteligencia.
"Se da cuenta, con Policía Judicial y demás unidades de inteligencia de la tercera división, la ubicación de unos cuerpos, al parecer de un menor de edad, en una fosa común, con otras personas ya de edad", expresó Sepúlveda.
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Este descubrimiento forma parte de la operación Perseo, una estrategia del Gobierno para recuperar el control sobre diversas zonas del país, especialmente aquellas donde grupos armados ilegales, como las disidencias de las FARC, han aumentado su presencia. La operación busca reducir el poder de estas estructuras y restablecer la seguridad en regiones históricamente afectadas por la violencia.
El proceso no ha sido sencillo. En el mismo marco de la operación Perseo, las fuerzas del orden lograron retomar el control de la vereda de El Plateado, en Cauca. No obstante, la presencia de la estructura Carlos Patiño ha dificultado la tarea. A pesar de los avances, los hostigamientos por parte de la población local, que está bajo presión de estos grupos, continúan siendo una amenaza constante para las autoridades.
El frente Carlos Patiño, responsable de este último ataque, es una de las facciones disidentes que decidió retirarse de los diálogos de paz con el Gobierno. Esta estructura tiene una fuerte presencia en el Cauca, donde además controla una amplia red de narcotráfico. La operativa contra este grupo continúa, en un intento por debilitar su capacidad de acción y devolver la estabilidad a las regiones afectadas por el conflicto armado
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