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Tras el vil asesinato de Karina Blanco Durán el pasado martes en Cáchira, Norte de Santander, se conoció una carta en la cual había confesado el amor por su mamá y los proyectos que deseaba afrontar de cara a su educación superior.
En la misiva, con fecha del 21 de abril, la estudiante de 15 años señaló que “por el momento estoy enfocada en ser feliz, estudiar y ayudarle a mi mamá, por cierto, ella es el motivo de mis sueños, es una mujer guerrera y es la mujer más maravillosa que pueda existir”.
La joven, que se declaró una lectora con un gusto por la comedia romántica, tenía la intención de comprarle una casa a su mamá e iniciar con su carrera profesional tan pronto se graduara del colegio.
“Siento que no estoy preparada para enfrentar este mundo sola, quisiera volver el tiempo atrás y disfrutar más, jugar con una una muñeca aunque toda niña lo hace, jamás lo hice, creo que el mundo me enseñó a madurar muy pequeña”, escribió Blanco.
Y concluyó: “Mi proyecto a largo plazo sería ser una gran psicóloga”.
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