Diego Vargas, conocido por su pasión y compromiso con el arte visual, ha sido un referente en la escena fotográfica de Ibagué y el Tolima. Su trabajo ha destacado por capturar la esencia y la belleza de los festivales culturales colombianos, como el Festival Folclórico Colombiano en Ibagué y el Carnaval de Barranquilla.

El pasado 20 de marzo, se llevó a cabo la undécima edición de los premios Ernesto McCausland, un evento que exalta los mejores trabajos periodísticos relacionados con el emblemático Carnaval de Barranquilla. La sede del Hotel Movich Buró 51 fue testigo de la entrega de premios en siete categorías distintas, donde se destacaron las crónicas más impactantes y los relatos más vívidos sobre esta festividad cultural.

En la categoría de Fotografía, la obra "Ritmo de Carnaval", capturada por Diego Vargas Gualtero, fue galardonada por su calidad visual y narrativa. 

Desde diversos rincones del mundo llegaron trabajos para participar en esta prestigiosa premiación, concretamente desde países como España y México, así como ciudades principales del país y otros municipios.

Los premios Ernesto McCausland son un faro de excelencia periodística, reconociendo el arduo trabajo de narradores, fotógrafos, periodistas y comunicadores que capturan la esencia y la magia de esta celebración cultural única en el mundo. Hoy  un ibaguereño representa con su talento no solo al departamento del Tolima sino a Colombia, con su labor. 

Diego seleccionó diez fotografías para la serie que enviaría y posteriormente ganaría el premio a mejor fotografía del Carnaval de Barranquilla: "me decidí por diez fotografías de retratos de carnaval. Nueve en técnica de barrido, disparo de flash duro frente al personaje y un movimiento de cámara", describió.

"El barranquillero dice quién lo vive, es quién lo goza. Entonces la intención de la foto es quién la vea, es quien la goza", refiriéndose a lo que quería transmitir con su serie. 

Este reconocimiento, otorgado por su destacada labor en el ámbito de la fotografía, representa un hito significativo en la carrera de este talentoso artista que desde hace unos pocos años inició su camino fotográfico pero que ya cosecha importantes méritos.

Este es su segundo año participando en el carnaval. En su primer año, fue con la intención de familiarizarse con el ambiente y producir contenido. Durante ese tiempo, pudo aprender mucho, rodeándose de otros fotógrafos y conociendo la escena del Carnaval del año anterior. 

Pero además Lightroom, reconocida marca en el mundo de la edición profesional de fotografía, compró una de sus fotografías capturadas en dicho evento. Un buen augurio de lo que vendría en su segundo viaje a este maravilloso espacio donde ha logrado destacarse con su trabajo fotográfico documental.

Diego compartió detalles sobre su trayectoria y su experiencia en el mundo de la fotografía. Según sus propias palabras, su acercamiento a este arte fue impulsado por un diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención en la edad adulta, lo que lo llevó a buscar actividades que le permitiera expresarse de manera creativa y dinámica.

"La fotografía me ofreció eso que yo quería hacer, eso que yo deseaba hacer. Y alguna vez una amiga me dijo: Encontraste tu lugar en el mundo. Efectivamente, es eso", expresó Diego.

Esta condición le ha facilitado de alguna manera dedicarse a estudiar con mayor entusiasmo aquello que encuentra atractivo y emocionante, es así como la fotografía la ha estudiado a profundidad, logrando combinar distintas técnicas de grandes fotógrafos de la historia. Su enfoque innovador y su habilidad para capturar momentos únicos le han valido el reconocimiento tanto a nivel local como nacional. 

"Creo que la fotografía, por más que sea un trabajo solitario, es de aprendizaje colectivo y de construcción colectiva"

Diego podría hablar todo un día de lo que es y significa la fotografía no solo para él sino para la vida, pero sin duda observar sus fotografías refleja todo el conocimiento que ha interiorizado y que ha plasmado con la cámara pero también con su alma. "Sí, la fotografía es un medio de expresión para encontrarme en este planeta y decir esto es lo que soy". 

Para Diego la fotografía es mucho más que simplemente apretar un botón; es un oficio que requiere estudio, aprendizaje, dedicación y sensibilidad para capturar la esencia de los momentos y contar historias a través de las imágenes.

En sus palabras, instó a que el trabajo de los fotógrafos sea valorado y respetado, equiparándolo al de profesiones como abogados, ingenieros y doctores. Hizo un llamado a no menospreciar el trabajo de los artistas y a reconocer su contribución a la historia, cultura y al arte del país. "Me parece que es un oficio digno, admirable y respetable y que debe ser valorado"  afirmó con orgullo y añadió, "Ser fotógrafo es un oficio que requiere estudio, aprendizaje, dedicación y unos elementos diferenciales a cualquier oficio. Acercarse, tener sensibilidad, ponerse en los zapatos del otro".

Diego Vargas también compartió su experiencia personal en el mundo de la fotografía y la importancia del contacto humano en su trabajo. "El aprendizaje en esencia ha sido autónomo por una voluntad propia de dirigirme a este conocimiento, pero detrás de eso es un colectivo de gente al que veo, observo, sigo, admiro y del que estoy aprendiendo todo el tiempo".

Entre sus proyectos futuros, Diego planea publicar un libro y realizar una exposición que resalte la riqueza cultural de los festivales colombianos.  "Yo quiero poner mi granito de arena, más no copiar, sino tratar de hacer mi aporte a esa misma narrativa de lo que es la cultura en el país", expresó con la humildad que lo caracteriza. Con este ambicioso objetivo en mente, continúa explorando nuevas formas de expresión y ampliando su visión artística.

Finalmente, invitó a todos a explorar el mundo de la fotografía, a documentar sus vidas y a reconocer la belleza en los detalles cotidianos.

El Premio Ernesto McCausland representa un merecido reconocimiento a la dedicación y el talento de Diego Fernando Vargas, quien, con su pasión por la fotografía, sigue inspirando a otros a través de su arte y que hoy es un referente para el Tolima y por supuesto para el país y sin exagerar, para el mundo, pues la mejor fotografía del Carnaval más importante de Colombia, patrimonio del mundo además, es de Diego Vargas, hijo de la tierra Dulima.