Cuando se piensa en el típico final feliz de Hollywood, uno siempre se pregunta: ¿valió la pena? ¿O realmente sería mejor que estuvieran separados?
Lo cómico es que a pesar de lo que el propio libretista (en el caso de las series) o guionista (para las películas) haya determinado para la historia, hay algunos personas que al juntarse hicieron saltar chispas en nuestros corazones.
¡Y jamás estaremos contentos que el hecho de que su relación no haya podido darse!
Sin embargo, al consultar con los expertos, algunos piensan que es mejor que la historia hubiera terminado como terminó... Mientras que otros creen que un final feliz es posible.
En todo caso, si usted no se conforma con lo que pasó, entonces siempre puede escribir un relato de su inspiración donde el final sea mucho más romántico.
Expertos consultados por esta redacción examinaron a las parejas más aclamadas de la ficción y nos contaron si el final de su historia podría haber sido diferente.
Las parejas
Expertos explican cuáles son las parejas que debieron haber quedado juntas:
1.
Joey y Phoebe (Friends): Al final de las 10 temporadas de la serie, Mónica se casó con Chandler, Rachel salió con Joey y tuvo un bebé con Ross y todos se besaron en algún momento. Sin embargo, los fans no pueden dejar de preguntarse por qué Joey y Phoebe, aunque se besaron en algunas ocasiones, nunca se conectaron realmente. Claro, Phoebe terminó con Mike, pero casi parece injusto que teniendo tantas cosas en común, su romance no fuera siquiera pensado. “Tal vez por eso precisamente”, explica la coach Amalia Rueda, “no todas las relaciones entre hombres y mujeres tienen que terminar en un romance, a veces se trata simplemente de una linda amistad”. Sin embargo, el coach Fernando Meneses piensa que habrían hecho una pareja ideal: “desafiaban en cierto sentido a la sociedad capitalista, así que ambos se habrían llevado muy bien”, dice.
2.
Robin y Barney (How I Met Your Mother). Después de cinco años, el final sigue molestando a muchos fanáticos. Aunque se supone que Barney y Robin se casaron, Ted cuenta que tras tres años se divorciaron y que, a la larga, él siempre estuvo enamorado de Robin. Para la coach Camila Díaz, este final es perfecto: “se trata de dos personas con grandes problemas para mantener una relación. Ni Barney ni Robin iban a cambiar el uno por el otro. Ella, además, era una mujer que siempre tuvo claras sus metas y era claro que un hombre como Barney no estaría dispuesto a apoyarla”. Sin embargo, cree que el hecho de que Ted estuviera toda la vida enamorado de ella es un poco cliché.
Por su parte, el coach Fernando Meneses, está de acuerdo en que, de todas maneras, esta relación no iba a funcionar: “estuvo bien terminar con el mito de que las mujeres o el “amor” cambia a los hombres. Solamente un trabajo en crecer como ser humano es capaz de cambiar una conducta, así que era obvio que iban a separarse luego de un tiempo de relación”. Sí, fue mejor así.
3.
Mia y Sebastian (La, La, Land). Al final de la película, Sebastian es dueño de su propio club de jazz, mientras que Mia consigue el papel protagónico en un proyecto filmado en París que inicia su carrera como actriz. Mientras hacen realidad sus sueños, tanto Mia como Sebastian van por caminos separados y nunca vuelven a conectarse. Cuando Mia regresa a Los Ángeles, ahora casada con otra persona, se encuentra con Seb’s (el club de jazz de Sebastian). Parando por un minuto, Mia le sonríe a Sebastian mientras contempla cómo podría haber sido su vida juntos. “Es muy bonito. Mia tomó su decisión basada en la búsqueda de sus sueños, lo que le permitió a él luchar también por los suyos. Aunque se querían, sus mutuas reacciones no daban pie para que permanecieran juntos. No hubo un diálogo ni un puente para seguir juntos”, opina la coach Camila Díaz.
Justamente, eso es lo que reciente la coach Amalia Rueda: “lamento mucho que los guionistas no hubieran pensado que un hombre también puede apoyar a una mujer en sus sueños, aunque, por supuesto, es justo que él también cumpla los suyos. Es triste que no le hubieran apostado a encontrar un punto en común desde donde poder trabajar juntos para lograr sus metas y sostener su relación”. Es triste, pero no quedaron juntos.
4.
Hermione y Harry (Harry Potter). Ni siquiera la propia autora de la saga de Harry Potter, JK Rowling, quedó contenta con su propio final. Luego de pensarlo, comprendió que Harry y Hermione tenían muchos mejores argumentos en su temperamento para estar juntos. “De alguna manera la autora se quedó con el cliché infantil de que cuando los jóvenes pelean es porque se aman. Eso es un poco peligroso para ambos, pero mucho más para las niñas que crecen pensando que el amor es así, pelear y ser atacada por la persona que supuestamente te ama”, explica la coach Camila Díaz.
La coach Amalia Rueda piensa lo mismo: “Hermione es una joven inteligente, Harry también y ambos tienen el mismo sentido del deber. Ron es un muchacho con otros intereses, por lo que no tiene nada en común con Hermione, quien al final queda relegada a una ama de casa”.
Muchos fans están totalmente de acuerdo en que Harry y Hermione debieron quedar juntos al final de la serie, pero ya nada se puede hacer... ¿o sí? Depende de la autora.
5.
Jack y Rose (Titanic). Hay todavía quienes creen que en la pequeña tabla donde estaba subida Rose había espacio para el delgadísimo Jack, pero, en términos prácticos, la verdad es que posiblemente no habría sido una buena idea que tratara de subir. “No vale la pena ni pensar en ello”, explica el coach Fernando Meneses, “la tabla habría tambaleado y el final de la película, todo su sentido, se habría perdido. Era un romance juvenil que tenía que terminar como terminó”.
Sin embargo, la coach Amalia Rueda explica que podría haber sido de otra forma: “me habría gustado una mayor reflexión al tema de las clases sociales y, por supuesto, es claro que la época no daba para más en ese sentido, pero como se trata de ficción, habría sido interesante ver cómo se superaba esa barrera”. En todo caso, Jack murió y Rose... también.
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