Puede leer sobre cómo decir ‘NO’ a las segundas porciones, dejar de comer entradas cargadas de grasa o alternar bebidas alcohólicas con agua para combatir las calorías.
Sin embargo, estar constantemente en represión puede hacer que se pierda de una de las tradiciones de Navidad: la comida.
Por eso, este año intente algo nuevo. En lugar del estrés, la presión y la culpa asociados con las cenas familiares y las reuniones navideñas, los expertos le ofrecen sus consejos para que pueda disfrutar de su familia, amigos y comida sin amargarse.
Consejos prácticos
Llega diciembre y con él los villancicos, las novenas y las fiestas. 31 días para recordar y compartir nuevas experiencias en las que el corazón latirá más fuerte. Sin embargo, también es la hora de los buñuelos, la natilla, los tamales y la lechona en grandes cantidades. Este fin de año, disfrute de la familia y las celebraciones cuidando la salud de su corazón con las recomendaciones de los especialistas.
Controlar los excesos de diciembre no es fácil; sin embargo, teniendo en cuenta algunas pautas es posible disfrutar esta época de sobrealimentación, sin afectar la salud. Las festividades vienen cargadas de malnutrición por excesos de comida (de alta concentración calórica) y bebidas (mayormente azucaradas y/o alcohólicas), que pueden causar enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.
Por ello, a continuación la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los especialistas sugieren una serie de recomendaciones para prevenir los excesos decembrinos y qué hacer cuando se presentan:
1. Evitar el consumo excesivo de sal. De acuerdo con la OMS, “comer al menos cinco raciones de frutas y hortalizas al día y limitar el consumo de sal a menos de una cucharilla al día, ayuda a prevenir los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares”.
2. Moderar las porciones. La tendencia a ganar kilos durante las fechas decembrinas se debe a que, sabiendo que en algunos días u horas habrá más comida que de costumbre, se sigue comiendo en igual cantidad el resto del tiempo, implicando una duplicación del consumo calórico.
3. Regular los horarios para comer. No desorganizar el reloj biológico. Evitar acostarse inmediatamente después de comer; se deben dejar pasar al menos 3 horas desde la ingesta. Dormir antes de este tiempo aumenta el riesgo de sufrir reflujo ácido con síntomas como acidez estomacal, indigestión y hasta asma.
4. Incluya frutas y verduras en la mesa: La ingesta diaria de frutas y verduras garantiza la presencia de vitaminas y minerales, fibra alimentaria en el organismo, disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles como las cardiopatías y determinados tipos de cáncer.
5. No más cigarrillo. Según la OMS, “el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno figuran entre las principales causas de enfermedades cardiovasculares, en particular el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares, y contribuyen a la muerte de aproximadamente 3 millones de personas al año”.
6. Hacer actividad física. Es recomendable practicar actividad física en cualquier época del año. Realizar ejercicio moderado es el camino para evitar el sedentarismo, es un hábito de vida cardiosaludable, capaz de evitar el desarrollo de patologías cardiovasculares.
7. Reemplazar los fritos. Las preparaciones en el horno, wok, a la plancha y al vapor, son algunas de las alternativas para evitar las grasas trans que obstruyen el flujo sanguíneo en las arterias y causan 500 mil muertes por enfermedades cardiovasculares.
Comer sin amargarse
La nutricionista Fabiana Plata le ofrece sus consejos para comer sin sentir culpa y así pasar una Navidad feliz
1. Coma de forma consciente. La comida es parte de las tradiciones y los recuerdos, así que pruebe sus galletas favoritas o puré de papas y tómese el tiempo para disfrutar realmente cada bocado de una porción razonable. Concéntrese en cómo huele, se ve y sabe su comida sin distracciones. Esto se llama alimentación consciente, y se trata de disfrutar plenamente lo que come sin arrepentimiento o vergüenza.
2. Lo que come todos los días es lo más importante. Preocúpese menos por lo que come durante las reuniones navideñas y concéntrese en lo que come el resto del día. Si tiene una dieta saludable en general, una par de comidas de celebración no serán perjudiciales. Si no suele comer bien, hágalo una meta en el nuevo año.
3. Tiene el poder de controlar sus porciones. Solo usted puede decidir cuánta comida entrará a su cuerpo y esa decisión debe basarse en escucharlo. Disminuya la velocidad y observe cómo se siente su estómago antes de comenzar a comer. Si todavía tiene hambre, coma otro bocado. Pero cuando esté casi lleno, deje de comer.
4. Diga “no gracias” cuando esté lleno. Recuerde que no necesita hacer feliz a otra persona al comer en exceso. Es la norma comer más cuando un anfitrión gentilmente ofrece más, pero no es necesario que lo haga. Tenga fe en su capacidad para tomar buenas decisiones y confíe en su propio apetito.
5. Coma cuando tenga hambre, no cuando se sienta emocional. Muchos de nosotros comemos cuando estamos solos, aburridos, tristes o estresados, y esas emociones pueden enloquecer en Navidad. Incluso el estrés de estar con ciertos miembros de la familia puede provocar que las personas coman en exceso. Hay remedios más efectivos para tratar estos sentimientos además de la comida.
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