Considerado una persona muy dinámica dentro de la Curia Romana, su nombramiento genera interrogantes en la prensa italiana, que habla de “una promoción envenenada”, destinada a alejarlo del gobierno central de la Iglesia en un momento delicado.

Balestrero, de 47 años, graduado en Derecho Canónico, forma parte del servicio diplomático de la Santa Sede desde 1996 y era considerado el brazo derecho del Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, muy criticado por su gestión de la crisis del Instituto para las Obras de Religión (IOR) del Banco del Vaticano, implicado en sospechas de blanqueo.

Ordenado sacerdote en 1993, Balestrero es graduado en Teología y tiene un doctorado en Derecho Canónico.

El diplomático, que trabajó en las nunciaturas de Corea y Mongolia (1996-1998) y de Holanda (1998-2001), fue promovido por el Pontífice saliente, que le otorgó el título de arzobispo.