"Fue hallado culpable de asesinato motivado por el deseo sexual y de haber ultrajado el descanso de los muertos", anunció la presidenta del Tribunal, Birgit Wiegand.
Durante la lectura de la sentencia, Detlev Günzel, vestido con una camisa rosada, permaneció impasible con los brazos cruzados.
Antes había sonreído brevemente a su hija que asistió al juicio.
Detlev Günzel, de 57 años y con tres hijos adultos, asesinó a Wojciech Stempniewicz, un hombre de 59 años de origen polaco, en noviembre de 2013, antes de descuartizarlo.
El Tribunal destacó que el condenado había descuartizado el cuerpo de su víctima en el sótano de su casa, transformado en un estudio sadomasoquista.
Luego el asesino enterró a su víctima en el jardín de su casa, en Hartmannsdorf-Reichenau, una pequeña localidad cerca de la frontera checa.
Günzel había conocido a su víctima un mes antes de asesinarlo en un sitio internet dedicado al canibalismo, que hace alarde de ser el "número uno en carne exótica".
Durante el juicio, la defensa del condenado abogó que la víctima, que había expresado su voluntad de morir, se había suicidado.
Según los abogados, Stempniewicz se ahorcó en el sótano de la casa del policía, quien después lo descuartizó con un cuchillo y una sierra eléctrica.
Los investigadores declararon en el tribunal que no podían determinar con exactitud las causas de la muerte debido al estado de descomposición del cadáver.
La fiscalía había pedido una pena de diez años y medio de cárcel, contra ese policía considerado simpático, generoso y amable por sus vecinos.
Los abogados de la víctima habían pedido 15 años de reclusión, la pena máxima por asesinato.
Sin embargo, la fiscalía se mostró más clemente arguyendo que la víctima había dado a conocer desde hace tiempo su deseo de morir.
"Quería que lo mataran para que su fantasía se hiciera realidad", dijo la presidenta del Tribunal al leer el veredicto.
El caso había sido revelado en 2013 y era juzgado desde agosto pasado.
El sitio internet especializado en la "carne exótica" donde se conocieron permitía crear espacios de conversación para los fetichistas del canibalismo que querían ir más allá de la simple fantasía.
Günzel, que ejerció de policía durante 30 años, filmó un vídeo, calificado de "puro horror" por los investigadores.
En el vídeo de 50 minutos, difundido durante la audiencia, se oye murmurar al condenado "nunca hubiera pensado que iba a caer tan bajo".
Günzel se puso a llorar cuando vio el vídeo.
"No pretendo ser totalmente inocente. Es el mayor error de mi vida pero no soy un asesino", declaró Güzel.
El caso recordó en Alemania el asunto del "Caníbal de Rotemburgo", Armin Meiwes, que en 2011 había castrado y en parte comido a un berlinés de 43 años.
Armin Meiwes fue condenado a cárcel perpetua.
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