La ética es poder

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@agustinangarita

La ética es una rama de la filosofía que se dedica al estudio de la acción humana, pero también del deber, la virtud, la felicidad y especialmente del buen vivir. Las reflexiones éticas permiten elaborar juicios sobre las conductas y/o intenciones humanas, tales como “correcta”, “incorrecta”, “buena”, “mala”, “prohibida”, “permitida”... En palabras de Fernando Savater, la ética es el arte de vivir, de saber vivir, de discernir lo que conviene o no. La reflexión ética señalaría cómo deberían actuar los miembros de una sociedad y la responsabilidad que deben asumir por ser parte de ella.

Hoy creo que en general la ética no pasa de ser un simple enunciado. No se ha materializado en un comportamiento ético con principios y reglas de cumplimiento obligatorio. La ausencia de esta virtud deteriora la vida colectiva y hace difícil la convivencia.

En la democracia, para que el poder no se concentrara en pocas manos, se pensó en dividirlo y distribuirlo. El poder legislativo, se encargaría de crear leyes y normas en nombre de la voluntad popular. El poder judicial de manera independiente debería aplicar las leyes e impartir justicia. El poder ejecutivo sería el encargado de gobernar y hacer efectivas obras y acciones del estado. Entre los tres se vigilarían y equilibrarían poderes. Con el paso del tiempo y el desarrollo de la tecnología, los medios de comunicación han ganado espacio importante y serían el cuarto poder: la voz y la mirada de la ciudadanía que ya no se siente representada en el poder legislativo ni en el ejecutivo.

Hoy se puede constatar que la división de poderes no ha sido suficiente para impedir que el poder se mantenga en manos de unos pocos. Que la mayoría de los medios de comunicación se acomodan al lado de los poderosos. Y la ciudadanía queda huérfana, empobrecida y desamparada. La corrupción, el clientelismo, el nepotismo, la politiquería, la mentira y el engaño son los estandartes de muchos gobernantes y políticos. ¿Qué hacer entonces?

La ética, si bien es cierto tiene que ver con los comportamientos personales de los individuos, en la medida de su interiorización, discusión y puesta en práctica se transforma en procesos sociales, en imaginarios colectivos. Una sociedad que se guía por principios éticos es una sociedad donde la convivencia y la paz encuentran terreno abonado para el progreso, la justicia y la equidad. Una sociedad sin ética está condenada al fracaso, a la barbarie.

Constituyamos la ética en el quinto poder. En el poder global de los ciudadanos. Debemos exigir que la política se dedique al bien común. Que la corrupción no tenga opciones. Que los gobernantes, funcionarios, profesionales y políticos se comporten éticamente. Y a los que se nieguen la ciudadanía les exija o los castigue con su indiferencia electoral o profesional.

En Colombia los corruptos o tramposos no son mayoría, pero muchos gobiernan porque se lo hemos permitido. Es hora de tomar las riendas de nuestro destino, de nuestra ciudad, de nuestra región. La ética debe dirigir todos nuestros comportamientos como buenos ciudadanos. La ética es nuestro verdadero poder para la convivencia en paz. El poder real de la ciudadanía.

Credito
AGUSTIN ANGARITA LEZAMA

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