Se calentó la política. Hasta octubre del 2014 la candidatura a la Gobernación del Tolima parecía sin contratiempos. Seguramente a nivel nacional, al constatar que en el departamento y en Ibagué había ganado sin atenuantes el Centro democrático, pensaron adelantarse y proponer un candidato a la Gobernación por esa unión.
Así surgió el nombre de Mauricio Jaramillo, quien desde hace varios años venía acariciando esa posibilidad. Los grupos que se reunieron en torno a este nombre acordaron como válido el pacto para la apuesta departamental, no para lo municipal y que respetarían los fueros locales de cada movimiento.
El lanzamiento tuvo boato y difusión. Es cierto que otro exsenador también había expresado sus ganas de ser candidato a la Gobernación, pero lo miraron con displicencia y lo sintieron sin mucha corriente ni posibilidades. Otro joven candidato ya visitaba municipios, barrios y veredas después de su paso exitoso por la academia, tampoco pareció inquietarles. Se empezó a encontrar a Mauricio por los bajos de la Gobernación, haciéndose más visible, accesible, sonriente y fácil de saludar.
Muchos de sus amigos no dejaban de sonreír pensando en su seguro triunfo. Sólo empañaba la fiesta el rumor de que la Procuraduría echaría por tierra un fallo condenatorio y así exoneraría de culpa al exgobernador Óscar Barreto, habilitándolo para volver a la faena política. Cuando se supo el fallo de la Procuraduría, el ambiente festivo se morigeró en alto grado. ¿Por qué?
Primero recordemos las cifras electorales recientes: La primera vuelta presidencial arrojó ganador en el departamento al Centro Democrático con más de 169 mil votos. La segunda votación la obtuvo la Unidad Nacional donde confluían el partido Liberal, el partido de la U y Cambio Radical, con 88 mil votos. Más de ochenta mil votos de diferencia. El partido Conservador logró casi sesenta mil votos.
En la segunda vuelta los resultados fueron más aplastantes con una diferencia de casi 112 mil votos. El Centro Democrático con el apoyo de un sector del partido Conservador obtuvo 296.307 votos y la Unidad Nacional que contó con el apoyo del Polo, los indígenas y un sector del partido Verde, sacó 184.352 votos. Cada elección es distinta, pero todo indicaría que la unión Centro Democrático y Partido Conservador, tendría casi asegurada la Gobernación, escogiendo un buen candidato.
La llegada de Barreto les debe preocupar por varias cosas. Si bien sus contradictores no lo reconocen públicamente, dejó un trabajo y un agradecimiento en la población de muchos municipios. No se marchó de solaz fuera del país, sino siguió visitando a su gente y trabajando sin descanso.
El partido Conservador parece que lo va a asumir como su candidato único y para el Centro Democrático no le es nada indiferente este nombre y lo ven con grandes posibilidades de ganar. Ya hay otro gallo de pelea en la arena…
Para la Unidad Nacional en el Tolima el reto es grande. Deben construir una apuesta incluyente, con propuestas claras, realizables, novedosas, sugerentes y esperanzadoras para afrontar el posconflicto y la paz si quieren ganarle a un candidato fuerte.
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