Uno de los compromisos del presidente Iván Duque es promocionar el Tolima para eventos deportivos nacionales e internacionales. De hecho, la reunión que solicité con el Jefe de Estado para proponer al Departamento como sede de los Juegos Nacionales 2023 resultó productiva en la medida que la candidatura será evaluada para realizar estas justas junto con Cundinamarca.
Conscientes del desastre de 2015, hubo acuerdo en que nuestra región debe recuperar su autoestima y orgullo deportivo. Además, nuestro territorio ofrece potencialidades relacionadas con el clima, la infraestructura, el transporte y hospedaje, que nos permite avanzar en la realización de actividades de orden nacional e internacional, que el Gobierno nacional está dispuesto a impulsar y promocionar.
De hecho, unas de las tareas puntuales que dejó la reunión en la Casa de Nariño, es que el director de Coldeportes, Ernesto Lucena, se comprometió a realizar las respectivas visitas a Ibagué, Espinal y Melgar para evaluar la infraestructura de las sedes y los requerimientos que se deberían cumplir en los próximos tres años para efectuar los Juegos. Sin duda, el escollo sigue siendo Ibagué, en donde se espera que el alcalde saliente deje lo más avanzadas y despejadas jurídicamente las obras del Parque Deportivo y de la calle 42 con Quinta para contar con estos escenarios a más tardar en 2020, que es lo mínimo que cualquier ciudadano esperaría de la actual Administración municipal. Por ello, no podemos perder el esfuerzo que realizó toda la bancada del Tolima al gestionar de manera unánime los 20 mil millones de pesos para apalancar las obras de los escenarios deportivos; esperamos la agilidad en los trámites y obras, menos discursos y más resultados para cumplir el sueño a los tolimenses.
Hoy, el interés y el apoyo para realizar las Justas subsisten en la medida que nos permiten mantener la unidad regional, mejorar el entorno y ampliar el impacto en materia económica en la región. En eso, sin duda, estamos de acuerdo los asistentes a la reunión, en donde es preciso reconocer la actitud positiva del presidente Duque, el respaldo de la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez; la atención prestada por Coldeportes y su director; el compromiso de los representantes conservadores Adriana Magali Matiz y José Élver Hernández, así como la disposición de la Gobernación del Tolima e Indeportes.
La propuesta señala que los Juegos XXII Nacionales se realizarán del 11 al 28 de noviembre de 2023 y se tendría como sedes a Ibagué, Espinal, Melgar y con la posibilidad de incluir a Prado, y los VI Paranacionales del primero al 9 de diciembre ese año.
Son 38 deportes, en donde hay 49 disciplinas deportivas. El objetivo es que Ibagué organice 23 deportes y que convoque 8.000 participantes, entre 5.838 deportistas y 2.192 técnicos y delegados.
Para efectos presupuestales, la suma considerada para cumplir con las Justas asciende a los 150 mil millones de pesos, de los cuales el Gobierno nacional pone el 50%, la Gobernación del Tolima el 13%, y el restante habría que dividirlo entre Cundinamarca y los municipios aspirantes (aclaro que estas cifras son parciales y deberán decantarse próximamente). Sin duda, con estos dineros se optimizaría al máximo la infraestructura deportiva de las sedes y subsedes.
El impacto social y en materia de empleo no es menor, pues un evento de esta magnitud significa mayor demanda para los hoteles, el comercio en general, los restaurantes y el turismo en general, pues además de atender a más de 15 mil personas, entre delegaciones, jueces y deportistas (entre Nacionales y Paranacionales) estamos hablando adicionalmente de familiares, de los espectadores y amantes de estos deportes y de los medios de comunicación.
No tengo duda, que tenemos las ventajas para competir para que el Tolima sea tenido en cuenta para asegurar su participación en los Juegos de 2023. Mantengámonos unidos y optimistas en este propósito para superar para siempre la vergüenza de 2015.
Senador
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