Sorprendido por la calidad del texto que has titulado “Los tiempos del encierro”. Tuve el honor de conocerlo en una versión preliminar, que tú me participaste generoso, aún sin completar los 100 episodios que ahora el lector puede encontrar en el libro digital
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Has logrado un testimonio tan espectacular, desde la intimidad, que no dudo en creer que va a constituirse en un referente obligado con relación a lo que se escriba sobre esta pandemia, que nos ha calado y cambiado tanto.
En realidad, ya se están produciendo textos de diversos géneros (antologías o testimonios), porque es lógico que un episodio tan impactante permee la piel sensible de los escritores y muchos sientan la necesidad de dejar evidencia de su enfrentamiento con él. Pero alguno con la calidad literaria del tuyo difícil de encontrar. Ya lo veremos.
Tu texto fluye con agilidad, agarra al lector desde el principio porque el proceso de identificación es inmediato. No hay excesos de lenguaje y el tema está centrado y controlado magistralmente, no hay digresiones distintas a ciertas escenas y hechos del pasado que no interrumpen el hilo conductor del diario del confinamiento.
Trasmite tanto la angustia como la serenidad de quien permanece de pie ganándole la batalla al enemigo invisible.
A pesar de ser un testimonio familiar y particular, universaliza de inmediato el miedo, el terror y la esperanza porque la calidad de la narración es lo suficientemente convincente como para ser asimilado por cualquier lector.
Me sorprende la utilización del lenguaje que has logrado y has utilizado en esta breve obra, distinto al de siempre. Es un lenguaje sin adornos innecesarios, justo y a la vez fluido, poético, de una agilidad que pocas veces logra un escritor que no haya hecho trabajo periodístico, que no haya adquirido en el ejercicio diario la capacidad de síntesis para eludir la tentación de extrapolar la historia y centrarla en el objetivo principal.
Te lo digo porque a ti siempre te ha emocionado el tema familiar y cuando lo tratas te explayas y das vueltas por el pasado con la suficiencia de quien conoce cada recoveco de su historia personal, aunque, a veces, como distractor del eje de la narración.
Pero aquí te mantienes incólume, la cotidianidad te envuelve y nos la transmites, nos haces sentir esas experiencias. Creo que la mayoría hemos atravesado reacciones y percepciones parecidas con cada noticia y experiencias escuchadas, enfrentados al yo interior y al deseo del mundo en expansión.
Quiero felicitarte emocionado por el logro conseguido. Que sean muchos los lectores que disfruten de tu prosa impecable, más aún cuando decidiste obsequiar tu libro para ponerlo al alcance de todos aquellos que te seguimos con veneración y respeto.
Un abrazo.
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