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La vida es así compleja, dura pero a la vez hermosa como mencionaba el poeta Vargas Vila “fría y cruda” y en cierto momento difícil de entender, esto ha sucedido en el transcurso de este año. En primera medida, tenemos el No en el referendo por la paz gran parte de la ciudadanía y la clase política daba por ganador el Sí, y la instauración de los acuerdos sería el plano a continuar pero resultó todo lo contrario, ahora andan renegociando lo pactado, y dándole más vacíos en temas estructurales al acuerdo formal.
Ahora el mundo rebota, la gente llora y otros ríen de felicidad mientras se toman un “tinto” leyendo la prensa y viendo los resultados de las elecciones en E.U. Los pronósticos eran contra la campaña de Trump tildándolo de sucio, machista, racista, xenofóbico y hasta un columnista escribió “Elegir entre Trump y Clinton es como optar entre el cólera y la gonorrea”. Más gráfico no pudo ser. Muy parecido, metiéndonos en política criolla, a lo sucedido en Colombia en las pasadas elecciones, entre Santos y un candidato uribista” véase: http://www.elespectador.com/opinion/eu-entre-el-colera-y-gonorrea. En las redes sociales los mensajes vienen y van, algunos se consideran insatisfechos por los resultados, centenares de familias se han dividido, los inmigrantes más que preocupados por su suerte en la tierra del Tío Sam, y así suene contradictorio el triunfo de Trump en los estados de Texas y Florida, demuestra el potencial del voto latino en estos momentos definitivos y su apoyo en la contienda electoral.
La ronda quedó así 290 votos electorales para Trump contra 228 votos de Hillary Clinton, una gran división sobre el potencial político de los E.U. Donde esto posiblemente genere estrategias para “gobernar” y seguir con su lógica expansionista en el mundo, el gringo es gringo y seguirá con su mentalidad imperialista decía Vargas Vila. Entonces ¿Qué significa esté momento político para Colombia? Una pregunta muy profunda, pero que puede tocar los siguientes puntos:
1) El escenario del “postconflicto” o “postacuerdo” entra en viraje por el apoyo material e inmaterial que ha dado el gobierno de Barack Obama, y que se pone en tela de duda por parte de este nuevo presidente.
2) La estrategia en materia de política internacional puede empeorar y seguir aumentando su deseo extractivistas contra el territorio Colombiano, entonces la preocupación consiste en saber ¿Qué pensará hacer este nuevo gobierno con el territorio colombiano? Ya fueron las bases militares, el plan Colombia y la contaminación de los suelos con el glifosato que sigue para estos tiempos.
3) Los cambios políticos que afectan rotundamente la soberanía colombiana, es necesario ver la relaciones entre las élites criollas con la nueva cúpula de Trump en los E.U.
Muchos esperan que Colombia no sea Columbia como algún día se refirió Trump del país o que lo asocie con el reinado de belleza, los megahoteles en Cartagena o su deseo expansionista por invertir y despropiar comunidades campesinas, indígenas y pueblos afro para implementar sus empresas transnacionales. Algo queda claro en este nuevo panorama la sociedad carece de una maduración para la democracia y de pensar lo público como algo de lo común y propio de Todo. El problema no es Trump en el poder sino los sentimientos, la mentalidad, las ideas y el pensamiento que ha despertado entre los mismos ciudadanos estadounidenses dándole fuerza a toda una campaña que tocó los valores tradicionales de la cultura americana. Ya bien lo menciono el filósofo marxista Slavoj Žižek cuando señalo que es menos peligroso Trump que Hillary.
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