Todo lo que esa canción expresa, nace de una profunda valoración del paisaje y la naturaleza, que por tantos siglos han sido y serán alma y patrimonio de todos los tolimenses: los de ayer, los de hoy y los de mañana.
Por esa razón, y ante la amenaza de la megaminería y de todas las agresiones a la vida y al agua, que hoy se toleran en nuestro territorio y en toda Colombia, siento - como autor de esa canción - que son otras las palabras que ahora se requieren para expresar el amor y el orgullo de quienes heredamos esta tierra.
Invito, por lo tanto, a que el pijao que canta en cada uno de nosotros eleve su voz con estos nuevos versos, mientras permanezca la voracidad minera y la torpeza de cambiar la riqueza admirable de nuestra biodiversidad –privilegio irremplazable- por la destrucción, el veneno y un dinero mal pago, efímero y malsano.
¡Que todos salgamos a la marcha festival del 5 de junio en Ibagué, es la consigna! Que en un abrazo fraterno y en un coro de alegría, dignidad y amor por nuestra tierra, todos cantemos:
Porque llevo en el alma un río y una montaña en el corazón,
porque soy como el árbol libre que va creciendo mirando al sol,
hoy por eso un nuevo verso, ha brotado en mi canción
y es un verso que reclama respetar lo que soy…
Soy del Tolima de donde brotan aguas sagradas,
vida y belleza que desde siempre nos acompañan,
Por qué pretenden minar su entraña,
por qué la muerte por vida cambian,
por qué el cianuro, por qué me atacan,
yo soy el árbol, yo soy montaña…
Porque llevo en el alma un río y una montaña en el corazón,
porque soy como el árbol libre que va creciendo mirando al sol,
hoy por eso un nuevo verso, ha brotado en mi canción
y es un verso que reclama respetar lo que soy…
Soy del Tolima, desde el nevado mi voz yo lanzo,
retumba un coro por sus montañas y por su llano,
Que en esta tierra queremos vida,
que nadie puede vender montañas,
que por la suerte de nuestros hijos,
¡todo el Tolima … en firme avanza!
Nada me honra tanto como la acogida que los tolimenses le han dado al bambuco: "Canta un Pijao", aceptado bondadosamente como símbolo de identidad y fervor regional.
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EL NUEVO DIA
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