Exposición de motivos de moteros de Ibagué y el Tolima

Columnista Invitado

El giro político que se ha producido en el año 2022 ha traído consigo un renovado aliento para las organizaciones populares que a través de la participación ciudadana se sienten motivadas a contribuir de forma activa en la construcción del país que todos y todas necesitamos de cara a las reformas que desde el Gobierno Nacional se han planteado y que van a ser implementadas, como es normal, a través de los gobiernos departamentales y municipales.
PUBLICIDAD

La comunidad de motociclistas no ha sido ajena a esta situación por lo que en tiempo reciente, luego de diferentes espacios de discusión y charla, de los que hicieron parte pluralidad de clubes, asociaciones y moteros independientes de la ciudad de Ibagué y el departamento del Tolima, se acordó cuáles son las problemáticas comunes que necesitamos visibilizar ante el plenario nacional del Gremio de Motociclistas, motoviajeros, moteros independientes y en general de los usuarios de motocicletas del país, al considerar que estas son transversales para todos los que usamos los vehículos de 2 ruedas en nuestro día a día, como medio de recreación, entretenimiento y deporte.

Las problemáticas urgentes y generales a todos los colombianos que encontramos son, en primer lugar el incremento en el costo del combustible, en segundo lugar, aquella relacionada a los Seguros Obligatorios, SOAT, que no están siendo vendidos de forma oportuna, no presenta un incentivo para quienes no se accidentan y hacen un uso responsable de la póliza, y además muchas veces no sirve de nada pues las aseguradoras se niegan a responder por lo estipulado en dicho seguro, y finalmente, en materia de derechos de igualdad, la negativa al expendio de combustible en horas de la noche para las motocicletas tanto en estaciones de combustible del sector urbano, como las instaladas en carretera nacional, lo que ha llegado a poner en peligro la vida y la seguridad de millones de viajeros año tras año, o nos ha sometido a maniobras absurdas y bizantinas como tanquear en botellas plásticas para luego traspasar a la motocicleta porque claro… si le lleno un frasco no hay peligro en cambio sí le lleno la moto sí.

De manera regional, el departamento del Tolima y más precisamente la ciudad de Ibagué, adolece de una malla vial competitiva para las necesidades del año 2022. Problemática que, si bien entendemos, no es reciente, pues la ciudad tiene un alcantarillado obsoleto, tampoco es excusa para que las administraciones municipales, periodo tras periodo, se lave las manos y digan “eso no es mío, eso viene de gobiernos de atrás”, sin iniciar acciones reales en pro de mejorar definitivamente dicha problemática.

A esto se suma la poca presencia de la autoridad de tránsito más allá de una fuerza coercitiva que sale a imponer comparendos por razones cada vez más absurdas como lo es la imposición de portar el chaleco reflectivo las 24 horas del día excusados en temas de accidentalidad y seguridad.

Hacemos un llamado de atención al Gobierno Nacional para que se replantee el manejo de los denominados “choques simples” pues si ya es difícil conseguir que el conductor responsable del accidente responda por los daños causados cuando hay acompañamiento de las autoridades, dejarlo a la deriva es, de un lado, promover la impunidad en materia de responsabilidad civil debido a que muchos vehículos no están a nombre del conductor para temas de identificación y del otro, promover aún más la precarización del SOAT debido a que, por el afán de evitar la impunidad, muchos optarán por hacerse atender por la póliza con tal de asegurar la comparecencia de la contraparte a un proceso en el que sí pueda ante una autoridad competente responder por los gastos.

¡Durante mucho tiempo, el gremio motero ha guardado un silencio juntos a viva voz! Colombia es un país donde de los 17.285.340 vehículos registrados y activos en Runt, 10.344.723 son motocicletas, lo que significa 60% del parque automotor nacional. Lo anterior quiere decir no menos que el grueso de la población colombiana usa día a día la motocicleta como medio de transporte, trabajo y medio de llevar el sustento a sus hogares. La motocicleta se ha convertido en una herramienta de trabajo para muchos jóvenes que, ante la falta de oportunidades reales de educación y trabajo, han visto en ella una forma de ganarse la vida y asegurarse un sustento.

Al mismo tiempo, los motociclistas somos sistemáticamente estigmatizados y obligados a pagar cada vez más y más por diferentes razones y con diferentes excusas a través de leyes, ordenanzas y acuerdos traídos de ideas fantasiosas que rara vez corresponden con la realidad. ¡EXIGIMOS RESPETO Y GARANTÍAS!

No más exigirnos comprar una póliza de seguro ‘Obligatoria’ que al mismo tiempo se niegan a vendernos, condenándonos a tener que elegir entre dejar de movilizarnos y/o ganarnos el sustento diario o tener que perder el vehículo por no tener un documento que la ley exige y que nadie quiere vendernos; y cuando los venden, es con cada vez más requisitos absurdos como que solo al propietario y con la tarjeta de crédito a nombre del propietario del vehículo pese a que muchas familias tienen la moto como vehículo familiar.

No más afrontar sobrecostos en la gasolina pues esto afecta directamente el nivel de vida de los millones de colombianos que se ganan el sustento diario a bordo de una motocicleta. No más de impuestos altísimos para compra y rodamiento de nuestras motocicletas mientras día a día, el pésimo estado de las vías cobra muertes de compañeros que han chocado por culpa de huecos que pudieron haberse arreglado, pero por negligencia de los gobernantes jamás han reparado.

Basta de restricciones absurdas en parrilleros y horarios así como de imposiciones absurdas como distintivos y chalecos en el horario diurno basados en supuesta inseguridad y accidentalidad, cuando la seguridad se debe atacar es garantizando empleo digno y pleno y la accidentalidad capacitando a los conductores a través del mejoramiento de la infraestructura vial y campañas de concientización y cultura vial, como las que los líderes de los clubes de moteros desarrollamos continuamente con los pilotos que se adhieren a nuestros diferentes clubes y asociaciones de motoviajeros y motociclistas.

¡YA BASTA! De disfrazar al motero de enemigo y de criminalizarlo, cuando el verdadero problema es que quienes mandan, nunca se han preocupado por nuestra seguridad, sino que siempre nos han visto como un grupo poblacional al que pueden sacar dinero por mil razones y votos cuando llega el momento de hacer campaña.

Llegó la hora de organizarnos, de hacernos sentir como lo que somos… UN GRUPO NUMEROSO DE COLOMBIANOS DIGNOS QUE DÍA A DÍA TRANSPORTAMOS GRAN PARTE DE LA ECONOMÍA DEL PAÍS SOBRE DOS RUEDAS, DISFRUTAMOS DEL VIENTO EN LA CARA Y LLEVAMOS ENTRE EL CASCO Y LAS PROTECCIONES UN MONTÓN DE GANAS DE UNA COLOMBIA MÁS IGUALITARIA Y JUSTA PARA TODOS.

Moteros de Ibagué y el Tolima

Comentarios