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A propósito de una tarea casi secreta y en bajo perfil que adelantaban autoridades nacionales, de la Red Sismológico de Colombia, organismos internacionales, autoridades regionales y la Cruz Roja, en poblaciones del norte de Tolima y del departamento de Caldas en zonas de influencia el Volcán Nevado del Ruiz, que como sabemos causó la desaparición de la población de Armero en 1985.
Pedía, por datos de buena fuente, que se nos informara de la puesta en marcha de la llamada Operación Vulcano II, cuya segunda etapa se estaba desarrollando con total sigilo y como parte de los estudios que se desarrollan de forma permanente frente a ese volcán activo y las “irregularidades físicas, geológicas en la boca del Nevado del Ruiz: un domo que ha venido creciendo paulatinamente, posible magma bajo él y sismicidad recurrente”, como lo señalé en su momento. Por entonces las autoridades mostraron un desentendimiento y un supuesto desconocimiento de dicha “operación” aunque ya estaba en marcha y ellos en alerta.
Recordarán amigos lectores que luego, a las semanas y meses siguientes nos fuimos enterando, entonces sí efectivamente, que la operación existía, se dieron algunos pormenores, se reconoció, se informó de la misma en medios de comunicación del vecino departamento de Caldas, luego en los nuestros y hasta en el Asamblea Departamental se trató el tema en una de sus sesiones con el Comité Departamental del Riesgo y la Secretaría creada para tal fin. Todos sabemos de los cierres de aeropuertos, actividades, declaratorias de alertas, presencia de emisión de cenizas en varias ocasiones, activación de sistemas hospitalarios y demás que se han venido dando desde entonces por causa del Nevado del Ruiz.
Por eso ahora, también públicamente, pregunto a todas las autoridades ¿Qué pasa con el Volcán Machín? ¿Qué informaciones se tienen, existen mayores riesgos latentes desde el temblor presentado el jueves anterior, con ocasión de ese o antes del mismo? Lo voy a repetir como lo dije hace casi un año sobre estos temas, no nos llamemos a engaños, pero debemos saber con precisión si hoy no solamente hay alta preocupación por el Ruiz sino por el Machín, a los cuales se les hace minucioso seguimiento; es preciso que se nos aclare si existe riesgo de erupción, lo cual, por supuesto, es muy difícil de prever con mucha antelación pero sí se debe estar preparado y los tolimenses alertados permanentemente y diáfanamente informados.
Lo digo ahora preguntando por el Machín exactamente igual que cuando lo pregunté con el Ruiz y al pasar de las semanas el tiempo me dio la razón. No se trata de crear pánico frente al Machín y sus nefastas consecuencias ya estudiadas y mapeadas, incluso para el propio paso vial por la Línea, la principal arteria comercial que una centro y occidente del país; por el contrario, lo que busco es poder tener claridades para una alerta temprana puntual, que no existan cartas bajo la mesa, informaciones a medias o escondidas sobre nuevas situaciones que nos pongan en riesgo la vida y los bienes. Por supuesto, que se debe creer en principio en las fuentes oficiales y en los expertos, pero la historia nacional ha demostrado con bastante crudeza que no siempre lo institucional es lo verdadero o al menos lo completo.
Por lo tanto, ahora que entramos en modo Navidad, novenas, natillas, buñuelos y vacaciones más relajados y confiados, es bueno que se nos dé total claridad y precisión sobre nuevos datos que se tengan sobre el Volcán Machín y su actividad, no es por aguar la fiesta a nadie, pero sí creo que el deber ser de cualquier ciudadano en ejercicio es pedir explicaciones públicas y publicar los informes que se tengan sobre estos fenómenos a todas las autoridades, dejar constancia para la historia de las solicitudes, así como el no crear especulaciones y por tanto exigir que se hable sin ambivalencias sobre posibles catástrofes naturales cercanas. No digo más. Y espero que no nos llevemos sorpresitas cercanas con el Machín o el Ruiz.
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