El surgimiento de nuevas modalidades para ejecutar hurtos y estafas, se consolida como preocupación para la seguridad ciudadana, por lo cual es necesario dar conocer varias actividades “ingeniosas” de grupos y bandas delincuenciales, para afectar a la ciudadanía.
El tema de estafa toma complejidad por implicar contactos telefónicos, para exigir dinero con historias ficticias, generalmente con llamadas que informan un problema judicial de algún integrante de la familia, solicitando dinero para ayudarlo.
En el caso más común, aducen ser “Policías”, indicando tener retenido a un familiar, tras capturarlo cometiendo un delito; para evitar materializar la captura y dejarlo en libertad, exigen consignar cierta cantidad de dinero a una cuenta bancaria.
Otra estrategia: delincuentes llaman al celular de una persona, indicándole que son de determinada compañía de telefonía móvil, informando que el celular del usuario fue clonado y debe apagarlo por una hora. Tras lograrlo, estafan a familiares, expresando que tienen en su poder al pariente; la farsa toma credibilidad, al llamar al presunto “secuestrado”, sin que este responda.
Por otra parte, el hurto de motocicletas: mediante modalidad halada, aprovechan el descuido del propietario, para ocultarlas y mediante llamadas intimidantes exigir dinero para devolverla, en algunos casos con colaboración de personas allegadas a la víctima que facilitan la información a los delincuentes.
Con respecto al hurto existen diferentes “tácticas novedosas”; por ejemplo, falsos médicos o enfermeras ofrecen gratis la “toma de presión arterial”, generando confianza para poder acceder al inmueble; ya al interior, permiten el acceso de más personas para consumar el ilícito.
En otros escenarios se presentan suplantación de autoridad y de empleados de compañías municipales o departamentales, donde personas portando prendas y/o enseñando un carné falso aducen tener orden de allanamiento a la residencia; al lograr ingresar proceden a amordazar a los moradores.
Ante este contexto, la Policía Metropolitana de Ibagué no ahorra esfuerzos para prevenir y anticipar la comisión de esta serie de conductas que afectan la seguridad ciudadana de los ibaguereños, así como lograr la captura de grupos dedicados a estas actividades ilícitas en el marco del Plan Corazón Verde, combatiendo las modalidades delincuenciales expuestas.
De igual forma, es necesario implementar reglas de seguridad desde cada hogar, entre ellas: nunca apague su celular, sin confirmar fallas técnicas (llamar a Atención al Cliente); dialogar en familia qué hacer frente al actuar delictual; crear “palabras claves” en la familia para evitar ser engañados, principalmente a menores de edad; no aceptar servicios a domicilio sin haberlos solicitado; no confiar llaves a desconocidos y evitar suministrar información familiar o personal por vía telefónica y redes sociales.
La Policía nacional, con su ayuda, crea el engranaje perfecto contra la delincuencia; ante cualquier expresión del delito que sea de su conocimiento, no dude en llamar al 123, 165 Gaula o teléfono de su cuadrante. Gracias por su compromiso. DIOS Y PATRIA.
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