Mantener una dinámica positiva para el fortalecimiento diario de la cultura ciudadana continuará siendo una de las prioridades de todas las autoridades político administrativas y de policía; no obstante, a pesar que existen amplias y novedosas campañas que tienen como único objetivo motivar la conciencia de los ciudadanos, se presenta un triste silencio en su aceptación, generando interrogantes, si realmente son tan certeras e impactantes o simplemente hay personas que no desean aportar al mejoramiento de las condiciones de vida de los ibaguereños y tolimenses, evidenciado a través del mal comportamiento en la ciudad y con sus habitantes.

Es importante destacar, recordar y enfatizar sin descanso, que la idea de cultura ciudadana está alineada a las normas y valores compartidos por los habitantes de una localidad, los cuales tienen derechos y obligaciones en el marco de una sociedad, permitiendo la convivencia pacífica entre las personas, resguardando un patrimonio común.

Ejemplo de ello, es la protección de los espacios públicos, los parques, la flora, la fauna, los recursos hídricos y todo lo que tenga relación al aporte que cada persona puede hacer para mejorarlo o cuidarlo. Es así como se aplaude la iniciativa de un ambiente sin ruido, invitando a los conductores de todo tipo de vehículos que silencien sus bocinas (pitos), fortaleciendo el sentido de pertenencia, respeto, tolerancia hacia la comunidad y lo más importante, generando cultura ciudadana, traducido en actos benéficos para la ciudad; ésta, hace parte de muchas de las campañas que se espera sean absorbidas por los habitantes de Ibagué y el resto del Tolima, evitando que pase a ser una estadística más, pero debe mantenerse como algo tan cotidiano que se multiplique a nivel nacional. (Algunos países utilizan el pito exclusivamente para alertar sobre un riesgo al conductor o evento que pueda afectar a la comunidad).

Contrario a ello, es preocupante el estado de desinterés de algunas personas por hacer algo positivo por la ciudad, evidenciado en aquellos que con su indebido comportamiento causan mal entre la comunidad; ejemplo de ello, se observa en acciones como arrojar basuras al suelo, pasear caninos sin la recolección de “heces” y el parqueo de automotores en lugares prohibidos o invadiendo sectores exclusivos para peatones, situación en la que se aduce que la responsabilidad recae sobre las autoridades, sin pensar que ubicarse en un lugar adecuado sería mejor para el conductor y la ciudad misma.

No se debe permitir que la intolerancia gane espacio a la cultura ciudadana y que sea necesario establecer reglamentos o restricciones especiales que conlleven a multas y sanciones a los actos que contrarían el bienestar ciudadano; mejor sería forjar una cadena contra la intolerancia y que en el marco de la semana por la paz, se dé paso a un periodo de tiempo sin final, por la cultura ciudadana con compromiso social, contando con la vinculación directa de la Policía Metropolitana de Ibagué. DIOS Y PATRIA.