“Renovemos el pacto por la vida”

Comandante de la Metib

Los recientes hechos ocurridos en el municipio de Cajamarca en donde dos personas se enfrascaron en una violenta riña que finalmente los llevó a la muerte, conmocionó a la comunidad tolimense. Lejos de cualquier consideración, uno de los participantes agrede al otro de manera reiterada y sin ningún respeto por la vida. El otro ya le había causado una lesión que minutos más tarde causaría la muerte de su victimario. Entre tanto, un grupo significativo de personas rodeaba y alentaba a los dos hombres, mientras otros filmaban como cualquier espectáculo, como una pelea de gallos. No podría haber un escenario más dantesco y deprimente.

Este hecho debe llamarnos a una seria reflexión. Cuál es el valor que le estamos dando a la vida, frente a cualquier conflicto que en las relaciones humanas es normal, y que podría solucionarse a través de otros mecanismos de resolución de conflictos? Hasta donde vamos a dejarnos llevar por la intolerancia y la rabia enceguecida que nos aleja de la humanidad y nos acerca a nuestros más básicos instintos animales de la confrontación hasta la muerte?

Estos comportamientos son la total involución del ser humano como especie, en los cuales damos vía libre al instinto sobre la razón.

En lo corrido del mes, han ocurrido en la jurisdicción de la Policía Metropolitana de Ibagué seis lamentables homicidios, seis vidas perdidas, todas ellas en riñas en donde el arma blanca (navaja, cuchillo, machete) han sido los instrumentos cegadores de vida. En algunos casos como el de Cajamarca, la ingesta de bebidas alcohólicas han sido el ingrediente adicional para llevar a este punto. Muchas de las peleas que terminan en lesiones o muertes se dan a la sombra de conciencias diluidas en licor, que llevan a la más sensata de las personas a cometer actos que en sano juicio jamás habrían cometido. Otros casos han estado relacionados con viejas disputas familiares, temas pasionales o las eternas grescas relacionadas con barras de equipos de fútbol.

En una ciudad donde el 50% de los homicidios ocurren por arma corto punzante, el personal que integra la metropolitana ha logrado la incautación de más de dos mil elementos de este tipo en los diferentes controles y registros a personas. Y en tema de riñas, en un fin de semana se pueden recibir más de cuatrocientos llamados para atender casos de esta naturaleza.

Por este motivo hacemos nuevamente un llamado a la tolerancia. Pero en particular, que se renueve el Pacto por la vida, en donde el don más preciado, esté por encima de cualquier consideración, disputa o diferencia. Un pacto en donde cada ciudadano aporte a la resolución pacífica de conflictos; en donde cada padre, cada madre, cada hijo o amigo, teniendo como centro la conservación de la vida, aleje a su ser querido de la pelea o la confrontación, entregue a las autoridades el arma blanca o de fuego que estando en su casa es augurio de desgracias; que evite que aquella persona que pierde el control con el licor, lo consuma. En fin, que el amor, el cariño y aprecio por nuestros familiares y amigos nos mueva a apartarlos de perder la vida o a quitarla en estas circunstancias. Y que el deber cívico cuando ocurren estas peleas callejeras sea el de tomar el celular para comunicar oportunamente estos hechos a las autoridades, no para filmar y difundir con morbo lo más bajo de nuestra condición humana. Dios y Patria.

Comandante de la Metib (e)

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