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Hace más de II siglos se luchaba por la emancipación anhelada, aquella que llevaba a soñar con que todos seriamos iguales y recibiríamos el mismo trato, lejos de tiranías y atropellos por parte de la corona.
Pasados los años, vemos que Colombia, es un país donde las personas tienen derechos y deberes, consagrados en una constitución política, garantista, objetiva y verás.
A diferencia de aquella época, los colombianos gozamos hoy de derechos inimaginables para aquel entonces, y es que la protesta pacífica es uno de ellos, en un país donde impera el estado de derecho y permite que sus habitantes se expresen de forma libre y espontánea, pero eso sí, respetando los derechos de los demás, sin violencia.
No podemos permitir que agentes del mal, o personas inescrupulosas traten de permear las marchas programadas para este 20 de Julio, recuerde que estas marchas, son una cita con la democracia y por lo tanto deben mantenerse diáfanas, claras, trasparentes, buscando el único objetivo para las cuales se convocan, hacerse escuchar de forma pacífica.
Por esto amigo ciudadano, lo invito para que en caso de conocer de lugares destinados para almacenamiento de elementos con los cuales se pretenda atentar contra la fuerza pública, locales comerciales o comunidad en general, lo ponga en conocimiento de las diferentes autoridades, de igual forma, si al momento de estar en las manifestaciones observan sujetos tratando de agitar las masas para ocasionar desordenes, también los pueden denunciar.
Este es otro año más de celebración atípica, donde no escucharemos de forma presencial, agolpados en las calles, los golpes de los bombos, redoblantes y las magistrales notas de las liras, que le marcan el compás a los destacamentos militares y de Policía, que cada año nos tenían acostumbrados a ver la grandeza y el honor de los que aún siguen luchando por la patria.
En esta fecha de orgullo para nosotros, los aplausos no solo serán para ellos, sino también para todos y cada uno de los colombianos, que se manifiesta de forma pacífica, sin abrirle la puerta al vandalismo.
No resta más sino decirle a esos millones de Colombianos, gracias, muchas gracias, por sentirse orgullosos de esta tierra que nos vio nacer y esmerarse siempre por sacarla adelante, con el corazón hinchado y con plena seguridad les puedo que… ES UN HONOR SER POLICÍA
Dios y Patria.
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