“Ser pilo paga”, así se denomina uno de los programas liderados por el Ministerio de Educación Nacional junto con el Icetex mediante el cual se busca fomentar la excelencia y calidad de la educación superior a estudiantes de bajos ingresos económicos y destacados con excelentes puntajes en las pruebas saber 11, mediante el cual se les permite acceder a cupos en instituciones de educación superior acreditadas en alta calidad mediante créditos 100 por ciento condonables.
“Ser pillo paga”, pareciera ser uno de los comportamientos aceptados desde el Gobierno nacional que permite premiar a quienes han cometido delitos contra la administración pública o participado en hechos de corrupción, tengan la posibilidad de seguirse beneficiando de las arcas del Estado a través de contratos adjudicados desde los Ministerios, Departamentos Administrativos o institutos descentralizados. Un ejemplo claro de lo anterior es la “afortunada” firma Colombo-Española Typsa SAS, sociedad involucrada en el escándalo nacional de corrupción más grande de los últimos tiempos en Colombia como consecuencia de las fallidas obras de los escenarios deportivos que se realizarían para los XX Juegos Deportivos Nacionales y IV Paranacionales y que hoy hace parte de uno de los Consorcios contratados por el Ministerio de Educación para ejercer la interventoría de las obras que se ejecutarán en Ibagué en el marco del proyecto de construcción y el mejoramiento de infraestructura educativa necesaria para la implementación de la jornada única.
No sabemos si es que acaso la señora ministra de Educación, Gina Parody, no sabía que la compañía Typsa fue la encargada de realizar los estudios y diseños para los escenarios deportivos de los Juegos Nacionales por $11.500 millones de pesos, los cuales presentaron sobrecostos estimados en más del 50% del valor real, transgrediendo, según lo estableció la Contraloría de Ibagué, los principios rectores de la contratación pública y que además recientemente uno de sus directivos reconoció ante la Fiscalía General de la Nación conductas relacionadas con el pago de millonarias “dádivas” a testaferros y contratistas del municipio de Ibagué que actualmente se encuentran cobijados con medida de aseguramiento intramural con ocasión de estos hechos.
Colombia entera sabe qué fue lo que pasó en Ibagué, sin lugar a dudas uno de los casos de corrupción más aberrantes de la historia reciente de nuestro país, siendo una las piezas claves en estos hechos la firma Typsa SAS, razón por la cual nos corresponde a todos los ibaguereños, y en especial nuestros gobernantes, representantes, gremios y fuerzas vivas, manifestar el más enérgico y profundo rechazo, y reclamar ante el Ministerio de Educación que esta cuestionada sociedad no sea la encargada de ejercer la interventoría de las obras a desarrollarse en el Municipio, que están por el orden de los $140.000 millones de pesos, y de las cuales se beneficiarán más de 50 mil estudiantes.
Para los ibaguereños resultaría frustrante y revictimizante que una de las firmas responsables del desfalco de los Juegos Deportivos Nacionales sea ahora premiada por el Ministerio de Educación con un contrato de interventoría para las obras de infraestructura educativa que se desarrollarán en los departamentos de Tolima, Huila y Caquetá y cuyo valor superan los $7.5 billones de pesos, aspecto que genera, con sobradas razones, gran desconfianza sobre la transparencia de su accionar y que ratifica es máxima según la cual en nuestro país “Ser pillo paga”.
Comentarios