El pasado 28 y 29 de septiembre se llevó a cabo el VII Congreso nacional del partido Liberal colombiano luego de superar los líos jurídicos que llevaron a que el Consejo de Estado dejara sin fundamento decisiones adoptadas en el 2011 por la Dirección nacional del partido como fue la adopción ilegítima de los nuevos estatutos y la eliminación, sin fundamento, del Tribunal de Garantías del partido.
Por eso la expectativa entre militantes liberales de lo que pudiera ocurrir y en las decisiones que se tomarían en este Congreso nacional. La primera de ellas, dejar de lado la jefatura colegiada y designar al nuevo Director nacional del partido, dignidad que recayó en el expresidente de Colombia, César Gaviria Trujillo.
Esta elección no fue ninguna “sorpresa”. Ya se daba como un hecho semanas atrás cuando desde Bogotá, donde siguen anquilosadas las decisiones trascendentales del partido, susurraban hacia las regiones esta candidatura única que finalmente se consolidó por “aclamación” en el marco del Congreso.
“Sorprendidos” quedaron varios de los asistentes ante la ausencia de los senadores y precandidatos presidenciales Vivian Morales y Juan Manuel Galán, más cuando éste último hasta hace algunos días enarbolaba airadamente las banderas del partido, finalmente tomó la decisión de avanzar en su candidatura fuera del liberalismo.
Razones, seguramente muchas, pero una, la más inexplicable, fue la oposición de participar en una consulta popular abierta el próximo 19 de noviembre, donde junto a los también precandidatos Édinson Delgado, Humberto de la Calle, Luis Fernando Velasco y Juan Fernando Cristo, definieran en las urnas mediante este mecanismos cuál será el candidato único del partido Liberal para las elecciones presidenciales y quien una vez definido quedaría facultado para buscar alianzas interpartidistas, tal y como fue aprobado por los delegados en el Congreso nacional.
Mientras el primero solitariamente abogaba porque la consulta fuera en marzo de 2018, los segundos, al unísono, se inclinaron por la fecha en la cual finalmente se llevará a cabo dicha consulta. Esta decisión se ha interpretado como un abrebocas de lo que podría ser una futura alianza entre Galán y el hoy candidato por firmas Germán Vargas Lleras.
Otro hecho que sorprendió y molestó a varios de los participantes en el Congreso Liberal fue la presencia e intervención ante el auditorio de los senadores del partido de la U, Roy Barreras y Armando Benedetti, curtidos políticos expertos en el arte de la acomodación, quienes dejaron entrever lo que podría ser o bien su intención de llegar al liberalismo o buscar una alianza interpartidista para la confección de las próximas listas del Senado y Cámara de Representantes.
Será acaso que estos “guiños” de Barrera y Benedetti estarán relacionados con la gran preocupación que ronda a la U por cuenta de que sus dos máximos varones electorales: Musa Besaile Fayad (145.402 votos) y Bernardo Miguel “Ñoño” Elías (140.143 votos), estén envueltos en el más grande escándalo de corrupción de los últimos años.
Sin necesidad de ser expertos analistas es claro que se trata de una decisión más por conveniencia y supervivencia política que por identidad ideológica. Podría ser el preámbulo de la crónica de una alianza anunciada entre dos partidos que luchan por salir del desprestigio y la crisis de credibilidad como instituciones políticas. La historia que se escribirá durante los próximos meses en este país macondiano llamado Colombia nos dará la respuesta.
P.D. Como Liberal, siendo objetivos y coherentes, creemos que los partidos políticos tienen hoy, más que nunca, la obligación de reconstruirse desde las regiones y trabajar por descentralizar las decisiones que siguen adoptándose previamente en clubes sociales de Bogotá si de verdad quieren salir de esta penosa crisis institucional.
Concejal
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