En una ciudad donde hay 16 concejales suspendidos en primera instancia, un contralor interino y un personero en condiciones similares, los controles político, fiscal y disciplinario definitivamente están en crisis.
Por lo mismo, llama la atención que el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, expusiera el pasado jueves en una polémica rendición de cuentas del Ibal:
“Yo he dicho que mañana me pueden sacar por haber cometido un error, firmé algo que no debí haber firmado, de bruto, porque no soy abogado, soy cirujano cardíaco pediátrico, por confiar en la gente, porque confío en la gente y me pueden sacar”, afirmó.
Según el portal ElOlfato.com, el rapto de franqueza de Jaramillo está relacionado porque siente pasos de animal grande tras el “error al firmar el millonario convenio con la Corporación Festival Folclórico Colombiano (alumbrado navideño por $1.800 millones), entidad sin ánimo de lucro que terminó tercerizando la operación de los recursos a través de la empresa Moriah Company”.
Alarmado, un senador dijo a través de La Cariñosa el sábado que “él (Jaramillo) hace una confesión, y es que él se equivocó, firmó de buena fe lo que fue el contrato de alumbrado navideño de 2016, que él reconoce que tiene unas inmensas falencias y que obviamente le representa una responsabilidad que tendrán que definir la Fiscalía y la Procuraduría”.
Por este hecho y por otros de igual tenor como los pesebres millonarios que tienen imputado ya al exgerente del Infibagué, y otros en vía de escándalo como el contrato Infotic o el de los $27.500 millones del Ibal, es que a partir de hoy pediremos de manera urgente la intervención del señor fiscal Néstor Humberto Martínez y su director seccional de Fiscalías, Robinson Chaverra.
Nos resistimos a aceptar, como lo dijera un periodista digital hace unos días, que en Ibagué la corrupción cambió de apellido, o un ingeniero amigo del Alcalde, que el gerente Girón es el Arciniegas de Jaramillo, y por lo mismo es que hemos tomado la decisión de ir a la Cámara de Representantes.
Es necesario actuar ya, en principio desde la orilla ciudadana y a partir de marzo desde el Congreso, convocando a los debates a que haya lugar a convocar, y denunciando ante las ‘ías’ a los que haya que denunciar: no sea que en un futuro inmediato terminemos sin ciudad, sin empresarios, sin periodistas, sin oposición decente, todo por cuenta de los delirios bipolares de un dictadorzuelo, pichón de castrochavista que aliado con las mafias de la politiquería y los beneficiarios de ‘El Chatarrero’ pretenda arrodillar a la gente de bien.
Saque de Banda: Ignorantia juris non excusat (la ignorancia no exime del cumplimiento de la norma).
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