Con la imputación al Alcalde de Ibagué por parte de la Fiscalía dentro del escándalo de corrupción del alumbrado navideño de 2016, se repitió la dolorosa historia para nuestra ciudad de elegir mandatarios que pasan del cuestionamiento público a los estrados judiciales.
Sin embargo, la opinión no debe quedarse en el morbo que producen estas noticias judiciales.
Hoy debemos concentrarnos en la defensa del agua. Tener en el radar la cuestionada bocatoma que se construyó hace poco en Cay, así como las obras en el sector de Boquerón, el tanque de la Fiscalía y todo lo relacionado con el inconcluso Acueducto Complementario.
En ese orden de ideas y citando la célebre frase de nuestro paisano Jorge Barón “Agüita para mi gente”, me uno al reclamo de los más de 100 mil habitantes de los barrios del sur por un servicio de agua digno. Estos ibaguereños llevan más de 20 años luchando para que el agua potable les llegue a sus casas de manera constante todos los días. Y aunque esto en pleno siglo XXI debería ser algo obvio, lamentablemente no lo es, como tampoco lo es que ahora les quieran pasar los tubos del agua por el frente de sus casas pero para llevar el líquido a otras zonas de la ciudad dejándolos a ellos excluidos. Todo al mejor estilo macondiano.
Frente a esta problemática que vienen padeciendo por décadas las personas de esta importante zona de la ciudad cabe preguntarse, ¿en dónde quedó el compromiso del Alcalde quien inició su campaña hace unos tres años precisamente en Boquerón, en medio de un show mediático? En ese acto decía buscar los votos de los indignados por los malos manejos de Ibagué en las últimas décadas, lo paradójico es que la gente sigue igual o más indignada.
Pero el problema de falta de suministro de agua no es exclusivo de los barrios del sur, es un problema recurrente en las diferentes comunas de la ciudad. Es ya un mal endémico de la Capital Musical, hay barrios donde el agua llega dos horas al día, donde las personas se tienen que levantar a la madrugada para recoger y almacenar el líquido para poder sortear las necesidades diarias del hogar.
Por eso invito a todos los ibaguereños para que nos unamos y levantemos nuestras voces en unas causas comunes, las cuales tienen que ser la exigencia de un servicio de agua de calidad y las 24 horas del día y la defensa de nuestros 32 acueductos comunitarios. El agua es un recurso estratégico, ya que este es un elemento esencial, único e insustituible para la prevención en materia de salud, así como el progreso social, ambiental y económico de la ciudad.
No se puede permitir la desidia en un tema tan trascendental para como es el agua. Los ibaguereños ya demostramos que cuando nos unimos nada nos detiene, y un ejemplo claro fue la manifestación contra el excesivo cobro del impuesto predial, conocido popularmente como el ‘predialazo’.
Reitero mi invitación para que alcemos nuestras voces y defendamos las causas justas que nos lleven con pasos firmes hacia el futuro.
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