La crisis del sector arrocero llegó a su punto más crítico y necesita soluciones para el corto, mediano y largo plazo que permita salir del atolladero. Los problemas del sector son tanto coyunturales, es decir, dificultades del ahora, como estructurales, las cuales vienen de tiempo atrás.
Pero como dicen popularmente arranquemos por el principio. El problema de hoy son los bajos precios del arroz, que se presentan por la sobreproducción que se da en los segundos semestres del año. Que se agravó por el programa Colombia siembra, llevando consigo una fuerte caída del precio, y originando que el 30% de los productores se quebraran y el otro 70% quedará casi en la quiebra.
Para solucionar el tema del ahora el que apremia, el gobierno acertadamente expidió la resolución del incentivo al almacenamiento 0334 de 2018 que se estaba esperando desde el mes de junio, y que en poco menos de un mes este gobierno logro sacar adelante. Esta resolución permite, entre otras cosas, estabilizar el precio y dar un alivio a los productores.
En los problemas de fondo sobresale que la carga contributiva es superior al 57%, haciéndose necesario que se haga una evaluación y se reduzca esta carga que es casi confiscatoria. Pero además se debe mencionar que otra de las dificultades que presentan los arroceros son los créditos, que son caros, escasos y a muy corto plazo. Para el año 2017 solo el 17% de los pequeños productores pudieron adquirir un crédito agropecuario, esto sin contar que las tasas de los créditos son muy altas.
Las soluciones deben partir de un borrón y cuenta nueva para los cultivadores que hayan pagado sus deudas, y que de manera inmediata sean retirados de las listas negras de las centrales de riesgo. Se tiene que hacer una revisión de los requisitos de créditos para que se ajusten a las realidades y necesidades del agricultor, que sean a largo plazo y con tasas más competitivas.
Otra dificultad que presenta el sector arrocero en Colombia es la poca adecuación de sistemas de riego, en el país solo el 8% del total de la agricultura esta adecuada con estos sistemas, y en el sector del arroz solo el 30% de las tierras cuentan con riego. Por eso es tan importante hablar de este tema, porque cuando vemos los promedios de producción y nos compramos con otros países notamos que mientras estados unidos y Uruguay tienen un promedio arriba de 8 toneladas por hectárea, nuestro país esta apenas por encima de las 4.5 toneladas por hectárea.
Para mejorar en esta materia se debe avanzar en una hoja de ruta clara a corto, mediano y largo plazo, que defina cuales son los recursos que se van a destinar en este cuatrienio para estos sistemas, además de poner a consideración figuras como lo son las APP (Alianzas público privadas) y las obras por impuestos, que puedan complementar el presupuesto oficial y que permita hablar de una política seria de adecuación de tierras.
Para finalizar, otra dificultad a la que se enfrenta al sector es sin lugar a dudas es el acuerdo Comercial de LA CAN (Comunidad Andina de Naciones) que establece una zona de libre comercio para todas las mercancías incluido el arroz. Debemos recordar que para el finales 2017 el gobierno nacional autorizó la entrada de cerca de 20.000 toneladas de arroz de Ecuador en el marco de este acuerdo, cuando existía una sobreproducción y teniendo el precio más bajo de la última década. Eso sin mencionar los últimos anuncios de que podría ingresar 40.000 mil toneladas de arroz de Perú.
Se hace necesario revisar el acuerdo de la CAN en el capítulo del arroz, y se debe hacer porque mientras no superemos la estacionalidad, sea precisamente cuando tenemos sobreproducción de arroz y las mayores dificultades en Colombia, que tengamos una competencia externa que impida solucionar los problemas estructurales que vive el sector.
Comentarios