Las Mipymes (Micro, pequeñas y medianas empresas) de cada $100 pesos que ganan, $66,2 los destinan al pago de impuestos. Un exabrupto comparado con otros países. Lejos del promedio mundial que se ubica en 40,9%, e incluso lejos del promedio de la región (55,4%), de acuerdo con el informe Paying Taxes de la firma PricewaterhouseCoopers (PwC).
Es evidente que el sector de la infraestructura genera desarrollo para las regiones y dinamiza la economía, pero también es cierto que hoy por hoy no es un sector atractivo para las Mipymes, no solo por las altas cargas tributarias, sino por la corrupción. Pliegos amañados, cartelización, licitaciones con único proponente, adiciones y prórrogas injustificadas terminan convirtiendo a las Mipymes en una expresión empresarial en vía de extinción.
Por lo mismo, en buena hora aparecen los anuncios de reducción en carga impositiva para las Mipyme y la adopción de pliegos tipo.
El hecho de que el Gobierno pretenda reducir la tarifa de renta del 33% hasta el 30%, además de generar descuentos tributarios en el ICA y el 4x1000, dan una luz de esperanza para los micro, pequeños y medianos empresarios en Colombia.
Es necesario ir elaborando un sistema tributario más simple, progresivo e integrado. Teniendo en cuenta que el actual sistema de nuestro país es bastante oneroso para el empresariado. La puesta en marcha de la ley 1882 de 2018 referente a los pliegos tipo, impedirá que las contrataciones se hagan a dedo mediante el amaño de las licitaciones. El capítulo de Odebrech ha tenido repercusiones nefastas en nuestro país. Pero sin lugar a dudas también nos hizo caer en cuenta sobre la necesidad de avanzar no solamente en el ‘para qué’, sino también en el ‘cómo’. Y es que si bien es cierto que requerimos una infraestructura con carreteras, puentes, viaductos, y túneles de última generación, es fundamental el ‘cómo’, es decir que la contratación pública se haga de forma transparente y genere oportunidades de equidad y emprendimiento en las regiones.
En estos poco más de 100 días del gobierno del presidente Iván Duque ya se observan cifras alentadoras. En septiembre, por ejemplo, el Índice de Confianza Comercial se ubicó en 28,6%, muy por encima del 15,7% del mismo mes del año 2017; lo que demuestra optimismo y confianza por parte de la ciudadanía.
Hay que continuar por esta senda de recuperación y lograr conseguir una reactivación económica constante. Se deben fortalecer las Mipymes no solo en el capítulo de la infraestructura sino en todos, ya que éstas representan más del 90% del sector productivo nacional. Adicionalmente, hay que tener en cuenta que en 2017, las Mipymes generaron el 80% del empleo en el país y aportaron el 35% al PIB, según datos del Dane.
La invitación es a convertir las Mipymes en el principal factor de desarrollo de las regiones, que se transformen en el eje conductor que logre canalizar las dinámicas socioeconómicas propias de cada una de ellas, y que sean capaces de emplear todos los días a más personas.
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