Tiene la ventaja que no prende cuando se toma charlando, caminando o escuchando música. Da rienda suelta al mamagallismo y afloja la lengua fácil, tal como lo disfruté en una vereda de Purificación, escuchando a un grupo de personas que después de hablar de El Fraile, El Muán, La Llorona, el padre Vega, el médico Villegas, Fulgencio GarcÃa, la negra Pacheco y Eduardo Aldana, resultaron garlando sobre otras cosas. Seguimos en lo mismo, decÃa uno. El profesor Tamayo nos decÃa en la escuela que los dioses fueron creados por el hombre y que las religiones iniciaron luchas por el poder en las cuales tomaron parte los mercaderes. Aparecieron los imperios, mono y politeÃstas, dedicados a dominar a los menos poderosos, a saquear sus recursos naturales y a destruir sus culturas. Pero el cuento no ha cambiado, respondió el morocho. Los españoles conquistaron el Nuevo Mundo financiados por banqueros y pontÃfices, para quienes la vida de los aborÃgenes no valÃa ni un carajo. Tanta bellaquerÃa hizo posible que al autor del primer secuestro en la América de hoy y de la masacre de los lÃderes indÃgenas en Cajamarca (Perú), Sebastián de Belarcázar, se le tenga como sÃmbolo de Cali, una ciudad que a pesar de haber sufrido el secuestro y el crimen organizado tiene como sÃmbolo a un vulgar asesino.
Pare el carreto y vengan otras totumadas de chicha que estoy que bailo.¡Baile! En el que están metidos los nuevos conquistadores, a quienes les dio por destruir paÃses, para luego hacerles préstamos para su reconstrucción con gobiernos tÃteres y negociantes de la guerra. Es que este es el negocio de moda. Mire pa' los lados. Todos los dÃas se descubren nuevos robos de tierras y chanchullos por montón, mientras los que manejan la plata se frotan la mano con sus ganancias y la sangre de sus vÃctimas. Pero todo está bien. Aquà no pasa nada. Sólo politiquerÃa y corrupción.
Ninguna preocupación por la verdad, la vida y la dignidad humana desvalorizadas, desprecio por el futuro y adorando al nuevo dios: el oro.
Comentarios