Agua se sobra, superada por la corrupción que hizo famosa a la Martínez en el Espinal y en el Congreso. Del carajo un proyecto de reforma a la justicia para institucionalizar la injusticia y la impunidad de los que legislan y de quienes fomentaron el paramilitarismo, el narcotráfico y despojo de tierras de los campesinos.

Esta reforma llena de micos no pasa de ser un monumento a la corrupción y una bendición para los delincuentes con influencia política. Es un paso en falso para la reelección de Uribe. El desprestigio de Uribe pataleando para justificar los múltiples delitos de su pandilla o equipo de gobierno sin contar su apátrida gestión en el extranjero contra el gobierno de Colombia. Se mamó de disparar contra Piedad Córdoba y lo de él si puede ser considerado delito o algo por el estilo. Los jefes conservadores siguen tendiendo el petate al mejor postor. Ramiro Lucio dizque fiscal en la sombra, tan desprestigiado como las condecoraciones del Concejo de Ibagué, o las que ferió, como loca, en la Cámara Emilio Martínez.

El absolvedor Ordóñez predicando sobre una religión en vez de cumplir con su deber que no es el de mandadero. Los damnificados por el invierno en la sabana de Bogotá esperando que alguna entidad investigue a quienes dieron las licencias para construir sobre humedales y a los constructores que vendieron las viviendas ocultando la verdad. De nuevo la represa de Prado, surtida por aguas del Tolima y por lo que el Departamento no ha recibido ni un peso. Se abren las compuertas, para que como de costumbre, produzca inundaciones y destrucción de cultivos sin que los damnificados sean indemnizados, como siempre. Las hermanitas Ramírez retiradas de la politiquería ingresan a curso de alfabetización, que tiene cupos para varios de los electores en los últimos comicios.

Ibagué continua esperando una mano para vivienda digna de interés social, acueducto, basuras, seguridad, empleo, recreación, cultura, atención adecuada a niños especiales, parques, movilidad, defensa del espacio público, solución del encarte con el panóptico, control del consumo y distribución de estupefacientes, corrupción, apoyo al Conservatorio y al Museo de Arte del Tolima y otros problemas que de ser solucionados seguramente justificarían que esa mano se llenara de condecoraciones.

Los mineros extranjeros siguen destruyendo el medio ambiente del país y galopan para convertir en desierto al Tolima. Los hinchas del Deportes Tolima se consolarán luciendo la camiseta de propaganda a una marca de arroz, una de cerveza y la de Anglogold. Seguirá creciendo el problema de alimentos y el hambre golpeará a un mayor número de colombianos.