La mayorÃa de ciudadanos ibaguereños no conocÃamos este interesante dato. A la categorÃa B, sólo la supera –obvio y lógico - la categorÃa A. Y en la A están Cali, MedellÃn, Bogotá y Barranquilla, es decir, las ciudades de mayor población.
En la B se encuentran entre otras capitales, Ibagué, Cúcuta, Cartagena y Bucaramanga. En esa categorÃa B, en la que se ubica nuestra querida ciudad musical, se reportan niveles preocupantes en la comisión de homicidios, hurtos, lesiones y muertes en accidentes de tránsito.
O sea, que estamos clasificados nacionalmente en el segundo pelotón de criminalidad. Para no hablar de desempleo, donde no cedemos la punta en los primeros puestos.
Lo que indica, palabras más palabras menos, que a la próxima administración municipal no le espera un camino de rosas para avanzar en desarrollo integral, sino una trocha con muchos baches y espinas. Y, solo estamos mirando dos problemas. De ahÃ, nuestro temprano espanto ante la eventualidad, por demás cierta, de la posibilidad real del retorno, o mejor, la continuación en el poder municipal de la vieja escuela de politiquerÃa, clientelismo y corrupción que tanto daño le han hecho a Ibagué y al Tolima.
Sin ser todavÃa hora oportuna para balances de la actual administración municipal, resulta evidente concluir desde ahora, que en materia de seguridad perdió el año.
No supo la administración actual comunicar ni comunicarse en materia de seguridad, con las demás instituciones y menos con la ciudadanÃa ibaguereña. Peor aún: no hace parte de las estrategias prioritarias y urgentes nacionales implementadas e impulsadas por la PolicÃa Nacional. O, por lo menos, no aparece en esas prioridades anunciadas públicamente.
Con mucho bombo se habla por parte de la AlcaldÃa de una PolicÃa Metropolitana en Ibagué. ¿Y, eso qué? Nada novedoso traerá el rimbombante nombre en el tema concreto de disminución de la inseguridad y la criminalidad en Ibagué. Están fuera de lugar.
La polÃtica de integración entre las AlcaldÃas y la PolicÃa Nacional, en el tema de seguridad ciudadana, girará necesariamente alrededor del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes, que supone una estrategia de cercanÃa de la policÃa con el ciudadano común y corriente, con el lÃder cÃvico, juvenil, comunitario, sindical, empresarial, en el diseño e impulso integrado de polÃticas para combatir la criminalidad y la inseguridad.
Y la administración actual de Ibagué, jamás le jaló en serio al diseño de una polÃtica de seguridad ciudadana con participación activa y real de la comunidad. Por eso, en el tema de seguridad ciudadana, empezó y terminó, “out†o sea, por fuera de lugar. Lamentable, claro está.
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