El problema de fondo

El país se movilizará masivamente el próximo 9 de abril en apoyo a la búsqueda de una salida al conflicto armado que hace décadas enluta y atormenta a Colombia. O sea, en favor de la paz, y sobre todo, para oxigenar las conversaciones en La Habana en procura de alcanzar pronto logros concretos en ese sentido.

El país se movilizará masivamente el próximo 9 de abril en apoyo a la búsqueda de una salida al conflicto armado que hace décadas enluta y atormenta a Colombia. O sea, en favor de la paz, y sobre todo, para oxigenar las conversaciones en La Habana en procura de alcanzar pronto logros concretos en ese sentido. También para dar respuesta de masas a los contradictores que auguran oscuras tempestades en el mencionado proceso de paz, por demás, confuso, lento y obvio, complicado.

Sin embargo, la movilización que de por sí es de buena fe ciudadana y democrática, soslaya el tema central a considerar para consolidar una paz duradera y una democracia integral en Colombia: el del modelo de desarrollo para el país. Ojala algún día se diera en Colombia una movilización ciudadana de esa dimensión, reclamando democratización del poder y riqueza en la nación. Ahí sí, estaríamos hablando de una posibilidad de paz integral y de largo plazo para los colombianos. La de ahora, se orienta a silenciar fusiles, cuestión que es también importante e históricamente trascendental.

Tras está importante manifestación se encuentran agazapadas otras muchas movilizaciones ciudadanas, que aparecerán en los próximos meses sin tanto bombo ni platillo publicitario: las del sector agroindustrial, que parece tocar fondo en medio del vertiginoso huracán neoliberal. El panorama es preocupante, si se tiene en cuenta que la única salida gubernamental a la crisis ha estado centrada en políticas de subsidios, para aliviar temporalmente el mal, y que los recursos estatales no dan para tanto… ni siquiera para cumplir lo prometido hace pocas semanas a los cafeteros y arroceros. Y eso, que en los próximos días vendrán los reclamos de los sectores sociales vinculados con el maíz, la leche, los pollos, la carne, para mencionar sólo productos de mayor consumo en el mercado interno. O sea, movilizaciones contra el modelo de desarrollo existente en Colombia, que en últimas constituye la causa efectiva y real de los principales problemas nacionales, incluyendo el del conflicto armado.

Frente a las consideraciones sobre la paz, no existe unanimidad en la cúspide de la sociedad colombiana: los expresidentes de la República dan prueba de ello. Pero, frente al tema del modelo de desarrollo, en la misma cúspide la unidad es total, incluida claro está la compacta y unánime entre los expresidentes, que construyeron el modelo de supuesto desarrollo que hoy arruina a la nación. No es raro por lo tanto, constatar que en el fondo, las esporádicas peleas entre los expresidentes de la República, por lo general son sólo de forma y no de fondo. Aun frente a movilizaciones multitudinarias de la ciudadanía.

Credito
CAMILO A. GONZÁLEZ PACHECO

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