El tolimense ilustre más desconocido

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¿Quién es el tolimense ilustre más desconocido? Con el ritmo del inmortal porro ‘Pachito E’ché’ de Alex Tovar, digamos: ‘ya lo voy a decir’. Empecemos: Si por ilustre se ha tenido siempre a la persona que ha ocupado los más altos cargos gubernamentales, nuestro personaje le gana a todos los paisanos, es más, les da sopa y seco. Fue ministro de Instrucción Pública, Hacienda, Relaciones Exteriores, Gobierno, Guerra, y Correos y Telégrafos. Y como todos los más celebres tolimenses, ocupó silla en las Altas Cortes, por cuanto se desempeñó como Magistrado de la Corte Suprema de Justicia y ejerció como Consejero de Estado.

¿Quién es, quién es? Ya lo voy a decir, ya lo voy a decir. Anotando previamente que a nivel nacional no se sabe que fue oriundo del Tolima. Y, en el Tolima dos municipios -Piedras y Coello por aquello de la ubicación de La Vega de Los Padres -que son registrados en las más importantes enciclopedias virtuales como su cuna de nacimiento, al parecer no están interesados en reconocerlo sino en olvidarlo: no reclaman esa cuna de nacimiento; ni al Tolima le ha importado un carajo ese asunto. El desconocido personaje tolimense también representó al país diplomáticamente en Chile, Argentina y Brasil. Y para no relegarlo comparativamente con otros ilustres paisanos fue autor de importantes obras académicas, entre ellas un Compendio de Historia Moderna, otro de Nociones de Prosodia Latina y una más de Geografía de Colombia. A lo anterior se le reconoce, también, ser el traductor de las obras de Monlaur y la Historia Moderna de Fredet.

Ningún monumento importante ubicado en territorio tolimense lleva su nombre. Tampoco lo tienen barrios, colegios, plazas, parques, escuelas, inspecciones, corregimientos, calles, carreras, avenidas, como se acostumbra en otros lares para efectos de perpetuar los ejemplos existenciales de sus paisanos.

Raro asunto y motivo interesante de análisis para nuestros historiadores y escritores, si se tiene en cuenta que importantes hechos históricos de violencia y crisis económicas opacaron su principal gestión histórica y nacional, que al menos deberían ser recordadas emblemáticamente por los conservadores y la derecha nacional en su conjunto. No se puede afirmar con objetividad que la izquierda -menos la raquítica e inexistente tolimense en las instancias históricas y culturales- lo haya  invisibilizado. Se trata de algo al parecer  inherente al ser tolimense, aún no analizado a fondo y que de seguro tiene que ver con su autoestima regional.

¿Quién es? ¿Quién es? ¿Quién es? Ya lo voy a decir, ya lo voy decir, ya lo voy a decir: Miguel Abadía Méndez, quien además de los cargos y atributos ya mencionados fue el 36º Presidente de la República de Colombia, en el período comprendido entre el 7 de agosto de 1926 y el 7 de agosto de 1930. Pues sí, señores, esa es la verdad.

Credito
CAMILO A. GONZÁLEZ PACHECO

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