Bienvenidos al ajetreo electoral

Camilo González Pacheco

El próximo debate electoral se desarrolla en el Tolima, en un extraño, pero afortunado ambiente de calma proselitista. En buena hora. Los agravios personales, tan cotidianos y comunes por estos lares, en estos eventos democráticos, por fortuna, aún no registran y ojalá no aparezcan más tarde que temprano.

Tampoco asoman, propuestas novedosas y serias de desarrollo regional, y los candidatos de peso a la Alcaldía y Gobernación, no salen de los lugares comunes de prometer mayor inversión en educación, salud e infraestructura. Y claro está, de combatir la corrupción. Lo mismo de antes y de siempre.

O sea, no existe una sana polarización –hasta ahora- en el proceso electoral regional. Lo que indica, que el voto consciente, tan esquivo y volátil, no juega con contundencia por estos lados opitas. Circunstancia peligrosa, democráticamente hablando, que presagia desde ya el resultado electoral directamente proporcional a la inversión millonaria en estas lides. Quién más gasta –y en tulas– más suma electores a su nombre.

Y eso de conseguir votos, es una hazaña titánica para candidatos decentes. Aquí y en todo el país. Y, bastante difícil para sectores alternativos. De ahí, que en el Tolima, donde aún no juegan con fuerza este tipo de candidatos de opinión, se debe presumir que la inmensa mayoría de aspirantes en la próxima jornada electiva de Octubre, están estructurando sus empresas electorales, con la lógica del mercado capitalista.

Las principales capitales del país, se aprestan a mover el voto crítico y analítico. Y en esa difícil puja aparecen nuevas fuerzas, en especial la del partido de las Farc, que no cuentan con experiencia alguna en estos aquelarres electorales. Por ello, desde ahora, deben de arroparse con mantas políticas de inmensa serenidad y paciencia. Los resultados, no serán apabullantes en votos. Serán muy modestos. Pero inmensamente valiosos para afianzar definitivamente en Colombia, una paz estable y duradera.

Y la presencia electoral de las Farc, sea cual fuere el resultado, constituye un avance en democracia participativa en Colombia. Inscribieron ocho listas para Asambleas Departamentales, en todo el país, incluyendo la del Tolima. Y trece candidatos a Alcaldías a nivel nacional, entre ellos el candidato a la Alcaldía de Planadas, en una de cuyas veredas – Marquetalia – nació, por allá hace más de cincuenta años, esa organización revolucionaria.

A esta nueva fuerza política, azotada a diario por el paramilitarismo y la extrema derecha enemiga del proceso de Paz, es urgente que el Gobierno nacional garantice su participación en condiciones de igualdad y seguridad ciudadana. Bienvenidos al debate electoral. Un paso trascendental para consolidar convivencia y poder ciudadano en Colombia. Buena suerte. Así, avanzamos en aclimatar la paz.

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