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En un conversatorio reciente, promovido por el Cinep sobre la crisis humanitaria en Colombia, los expertos analizaron con cifras en mano, que durante este periodo se agravó el conflicto armado que genera desplazamiento y confinamiento y que la respuesta institucional por parte del Estado ha sido débil y en ocasiones nula, desconociendo sus responsabilidades. El desplazamiento ha venido creciendo a partir de 2018 y tan solo el 26% de las comunidades que se han desplazado han podido regresar a sus lugares de origen.
También se afirma que por la falta de presencia del Estado en los territorios, los actores armados atropellan y se apoderan de los resguardos indígenas y desde allí ejecutan sus acciones armadas. Y el confinamiento de las comunidades, que todos estos actos violentos que trae consigo, se agravan porque ha regresado la práctica siniestra de la siembra de minas antipersonales.
Colombia hoy se encuentra en el deshonroso tercer puesto de los países con el mayor número de desplazados del mundo. A la fecha el número de personas afectadas por el conflicto armado ha aumentado en un 300% entre los meses de enero y abril del corriente año. Y de acuerdo a recientes cifras de Naciones Unidas hay 5.8 millones de personas afectadas por el conflicto armado, 7.7 millones de personas con necesidades básicas insatisfechas y la tercera parte de esta población son niños y niñas. Todo esto se traduce en pobreza extrema, inequidad, escasez de recursos y crisis alimentaria.
Esta situación, a grandes rasgos presentada, es parte de la herencia que nos deja el Duque y que no va a desaparecer de la noche a la mañana por llegada del nuevo presidente; puede agravarse pues Colombia ya no va a contar con el mismo acompañamiento y ayuda de las organizaciones internacionales que hasta ahora se han solidarizado con el país, pues a raíz de la guerra en Ucrania, todas las ayudas, como es lógico, se han volcado en esa región.
*.-Lamentamos la temprana partida de ese joven y talentoso artista, natural de Santa Chava, que era Cristian Abello. Compositor y cantante de música rock, una promesa de este género musical que tocaba en la calle y en restaurantes. A propósito de su partida alguien dijo. “Su vida se apagó, pero su música vivirá siempre”.
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