Vale la pena entonces compartir una propuesta que se materializó en un trabajo del cual hicimos parte, denominado “Teusaquillo Territorio de Paz”, que se concretó a partir de una iniciativa de varias iglesias y congregaciones religiosas, que coincidían en señalar que la paz se logra con tolerancia y trabajo conjunto, teniendo como pilares fundamentales el respeto a los Derechos Fundamentales, el buen trato, el buen ejemplo y la convivencia ciudadana.
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El sueño de la paz, se señala, comienza con la paz de toda persona en su espíritu y en el entorno social que requiere para desarrollar libremente su personalidad y prosperar en su comunidad. Y dicho proyecto se desarrolló con mucho éxito, bajo diez ejes temáticos, así: 1. Convivencia ciudadana y buen trato. 2. No al porte de armas y cero homicidios. 3. Respeto por los Derechos Fundamentales. 4. Paz con el medio ambiente. 5. Resolución no violenta de los conflictos. 6. Alimentación garantizada para toda la población. 7. Resolución negociada al conflicto armado. 8. Fomento del sentido de pertenencia. 9. Respeto a la objeción de conciencia. 10. Ciudadanos y autoridades bajo la ley unidos por la paz.
Este decálogo nos lleva a considerar que si bien la paz es un derecho constitucional de obligatorio cumplimiento y que el Estado está en la obligación de garantizarla, el tema de la paz en nuestro país no es solo un asunto de unos políticos iluminados, sino que nos concierne a todos y sus principios se inculcan desde casa y escuela y se practican todos los días en las relaciones familiares, de trabajo y en todos los roles que desarrollamos. Indudablemente es un tema cultural que no se agota en una mesa de negociación con los rebeldes y organizaciones criminales.
Claro está que el sui generis conflicto interno que padece Colombia hace parte y bien importante de la difícil situación que vivimos, pero también es evidente que los acuerdos y pactos a que se llega, rápidamente son incumplidos por los grupos ilegales y por los mismos gobiernos como ocurrió con el anterior, todo lo cual nos lleva a pensar que hay que insistir en las negociaciones, pero con reales y duras consecuencias para los que incumplen. Amanecerá y veremos.
Ñapa: El último número de la Revista Cofradía está circulando en edición de lujo y como es tradición allí se destaca la denuncia contra la corrupción, resaltando lo bueno de Ibagué y del Tolima. Su Director Iván Ramírez es un periodista, abogado y defensor de los Derechos Humanos, que continúa su lucha incansable por el bienestar de los Tolimenses. Felicitaciones a él y a su equipo de trabajo.
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