Coinspirando AVSAI

Hugo Rincón González

En Ibagué viene surgiendo un proceso organizacional interesante que marca un hito en la apropiación del territorio urbano por parte de vecinos de una área de expansión de la ciudad.
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Se trata de la Asociación de Vecinos de La Samaria Ibagué - AVSAI-, conformada no por personas de barrios populares, sino por ciudadanos de conjuntos residenciales de estratos medios. Su propósito fundamental es trabajar por el buen vivir de su gente, haciendo de este espacio de la ciudad un referente de desarrollo urbanístico y además de desarrollo sostenible porque importa tanto el concepto de una nueva ciudad, como el de establecer una relación armoniosa con la naturaleza.

En esta ciudad el concepto de reivindicación de la vecindad y de apropiación del territorio viene, desde mi perspectiva, de la mitad de la última década del siglo anterior: los años noventa. Ocurrió en la comuna 8, conocida en ese entonces como la bomba social de Ibagué, por la sumatoria de factores adversos que generaban una gran conflictividad social. Ellos construyeron como consigna movilizadora: “la comuna de los buenos vecinos”. Se propusieron juntarse alrededor de un ejercicio de planeación participativa y construyeron el primer plan estratégico de la ciudad de la mano de la Fundación Social.

En La Samaria la Clínica Medicadiz fue el detonante del desarrollo, es un equipamiento regional que impulsó la construcción de conjuntos residenciales que hoy están ahí y el surgimiento de nuevos proyectos que le dan una proyección poblacional importante. Los constructores y primeros pobladores entendieron que el desarrollo no es solo el urbanismo sino que se requiere de una concepción más amplia que vincule a la gente que habita el territorio y se construya un nuevo tipo de relacionamiento con la naturaleza y el entorno.

El desarrollo es con todos o no es desarrollo dicen los entendidos y por ello la propuesta de crear una asociación de vecinos busca la vinculación de todas las urbanizaciones del territorio y algunos sectores adyacentes. El buen vivir requiere de la organización para que esta asuma la solución de la problemática que ya empieza a surgir. Por algo se dice que el capital social es la base del desarrollo de cualquier territorio.

Mención especial hay que expresar por la existencia de El Social como un centro de oferta gastronómica que junta en un espacio del territorio a la vecindad. Como lo decía su inspirador en una reciente reunión, esa área podría haber sido una torre de apartamentos pero el concepto de espacio social para la gente primó sobre esta iniciativa. Hoy es un referente urbano en La Samaria y pone de presente que en este sector deberán existir otros equipamientos urbanos que propicien el bienestar de los vecinos.

En la asociación de vecinos, -AVSAI-, desde ya se organizan comités de pobladores para trabajar temas fundamentales para el desarrollo del sector como el cuidado y recuperación del río Opia, la gestión integral de residuos, la contaminación auditiva, las zonas verdes, entre otras en lo atinente a la dimensión ambiental.

Hay otras preocupaciones que van apareciendo y se van abordando desde ya. Aspectos referidos a la seguridad y el espacio público convocan el interés de los vecinos. Inquieta la aparición de las ventas informales y la invasión del espacio público, el riesgo cada vez mayor de robos y raponazos que requieren de la presencia de la policía y la organización de la vecindad.

AVSAI será un buen experimento de lo que significa un nuevo tipo de organización: la de los vecinos de los conjuntos residenciales que habitualmente son apáticos. Sus primeras acciones y su fortalecimiento ya empiezan a perfilarse y está llamada a jugar un rol protagónico en el desarrollo de esta área de expansión urbana. Hay ánimo y buenas ideas. Existe voluntad y capacidad. Gente que quiere el buen vivir y una vecindad amable. El trabajo por hacer es gigantesco, sin embargo con voluntad y compromiso los resultados se irán obteniendo. Veremos sus logros seguramente.

Hugo Rincón González

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