Con el Setp no nos podemos equivocar

Miguel Ángel Barreto

El 2020 es un año que terminó muy golpeado por la pandemia del Sars-Cov-2, tanto por el impacto en vidas humanas como en su efecto en el desempleo, la pobreza y la economía en general, que por cierto experimenta un efecto negativo del -7%, según especialistas y grupos de análisis.
PUBLICIDAD

No obstante, hay noticias esperanzadoras: El proceso de vacunación con 20 millones de dosis y que seguramente se duplicará en Colombia, las perspectivas de crecimiento para 2021 que se sitúan en un rango entre el 4% y 5%, la mejoría en la tasa desempleo en medio de la crisis que para el caso de la capital tolimense cedió y se ubicó en un 20% en la última medición del Dane, y la calificación de riesgo para el país sigue siendo positiva para atraer la inversión extranjera.

En este contexto, el más importante anuncio para la ciudad es que finalmente el gobierno del presidente Iván Duque y el ministro Alberto Carrasquilla, junto con el Departamento Nacional de Planeación (DNP) honraron el compromiso de que el Sistema de Transporte Público, Setp, quedará incluido en el Consejo de Política Económica y Social (Conpes), lo que significa que este proyecto resulta estratégico para la Nación y sería de obligatorio cumplimiento.

Para ello, se prevén recursos estatales del orden de los $309 mil millones, en tanto que la Administración municipal deberá garantizar $156 mil millones para consolidar un global de $466 mil millones y cuyos desembolsos se cumplirían entre 2024 y 2029 por parte del Gobierno y a 15 años por parte del Municipio.

Recuerdo que uno de los temas más difíciles que asumimos quienes hacemos parte de la bancada de congresistas del Tolima era convencer a algunos ministros para que Ibagué fuera tenido en cuenta para realizar el Setp, pues el fantasma del descalabro de los Juegos Nacionales sigue rondando en el imaginario político y en las altas esferas del Estado. Fueron bastantes las horas dedicadas en reuniones y a establecer puentes de comunicación para que la confianza fuera devuelta y existiera un compromiso tácito para avanzar en este propósito regional en medio de la pandemia.

No exagero entonces al asegurar que el Setp se constituye hoy en un reto colosal y en el más importante en la historia reciente de esta capital y que muchos ojos estarán puestos en la realización del proyecto. En lo particular quiero llamar la atención para que el nuevo Sistema de Transporte esté alejado de las diferencias políticas, pues su ejecución total involucrará dos o tres administraciones posteriores. En este caso, el ‘complejo de Adán’ estaría de sobra e incluso la ideología partidista. El Setp tendrá que entenderse como un baluarte de ciudad, esta vez no nos podemos equivocar ni repetir los errores del pasado reciente.

En este orden de ideas es importante que las empresas, compañías o consultoras para la estructuración definitiva del proyecto tengan experiencia en sistemas masivos de transporte y a la hora de delegar gerentes o directivos estos cuenten con la experticia, eficiencia y la experiencia técnica suficiente para estos temas. Lo que menos se requiere son improvisados burócratas, por lo que resulta significativo que el sector privado, las veedurías ciudadanas, en coordinación con el Ministerio de Hacienda y el DNP conformen una muy sólida secretaría técnica para hacer seguimiento a las diferentes fases del proceso desde su inicio.

Importante la planeación para resolver los costos de compra o posible expropiación de predios y/o readecuaciones de servicios públicos domiciliarios. En esto es importante la participación de empresas como Celsia, Ibal, Alcanos e Infibagué y de las comunidades o grupos de comerciantes que estén en el trazado vial. La concertación será fundamental para lograr más acertados avances.

Otro aspecto crítico es la estructuración económica del sistema. A mi juicio, las empresas de transporte deben ser vistas como potenciales socias del Setp y habrá que discutir su participación accionaria, así como la capacitación de los actuales conductores de busetas para que se integren y conserven sus puestos de trabajo. El Setp traerá consigo una reestructuración del plan de movilidad y obviamente muchas rutas serán redefinidas y mejoradas, en tanto que otras desaparecerían, por lo que la inclusión de estas empresas es significativa en la dinámica transportadora de la ciudad.

Punto álgido es el modelo de administración que incluye el recaudo, administración, inversión, las utilidades y su destinación. Por tener el sistema dineros públicos, no estaría de más pensar en un modelo societario, de carácter privado, integrado por una junta directiva independiente y en el que se aplique, por estatutos, dos o tres auditorías en el año, para vigilar los recursos y su destinación, y cuyo resultado anual consolidado sea público.

Como el Setp tendrá enormes implicaciones positivas en la vida de los ibaguereños, en cuanto a perspectivas de crecimiento de sectores como comercio y construcción, en empleo, orden, cultura ciudadana y urbanismo en general, entre otros, es importante abrir una discusión sana, abierta y argumentada sobre este proyecto, que puede lograr que tengamos una ciudad más amable, ordenada e integradora.

MIGUEL ÁNGEL BARRETO

Comentarios