Zese: para que cese el desempleo

Miguel Ángel Barreto

Un verdadero desbalance social deja la pandemia en Ibagué y en todo el Tolima en materia de desocupación. Este escenario debe convocar a todas las fuerzas productivas de nuestra sociedad.
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La última medición del Dane, para el caso de la capital del departamento, trae un indicador preocupante para febrero: de cada 100 personas en edad de trabajar, 21 no tienen oportunidades en el mercado laboral.

Más grave aún que el Tolima ocupe el primer puesto en el país en el consolidado de 2020 de desempleo con una tasa de 21.7%, siendo los sectores de comercio, repuestos, pequeñas unidades de negocio y afines los que, a todas luces, se vieron altamente afectados en su demanda productiva, lo que, en consecuencia, generó menos capacidad de contratación de personal, expulsión de mano de obra, e incluso, cierres de establecimientos.

En este contexto, la mayor preocupación debe centrarse en la población juvenil sin oportunidades laborales, cuyo indicador de 32.9% ubicó a Ibagué en el deshonroso primer lugar a nivel nacional: La tercera parte de los hombres y mujeres menores de 28 años en nuestra región no tienen empleo y lo peor es que las posibilidades de lograr un espacio laboral son limitadas en las actuales circunstancias, especialmente para las mujeres.

En este orden de ideas, desde el partido Conservador y en línea con los Gremios Económicos del Tolima, consideramos fundamental la aprobación de la Zona Económica y Social Especial (Zese) del Tolima que hace su tránsito hacia su segundo debate en la Plenaria de la Cámara de Representantes, constituyéndose en un aporte valioso para revertir la peligrosa tendencia de desempleo que arrastra la región desde 2020 y que amenaza con profundizarse este 2021.

Dentro de los principales beneficios, es importante destacar el impuesto sobre la renta aplicable a los beneficiarios de la Zese del Tolima que sería del 0% por cinco años y del 50% de la tarifa general por los cinco años siguientes, con todos los beneficios que ello implica para los sectores productivos y para la atracción de nuevos capitales.

De igual manera, la tasa de retención en la fuente se calculará de forma proporcional al porcentaje de la tarifa del impuesto sobre la renta y complementarios. Tales ventajas, una vez aprobadas, están orientadas a proteger y recuperar la senda de crecimiento de la economía, el empleo y contribuir con el producto interno de la región, lo cual debe ser una prioridad para todos nosotros.

El propósito general con esta iniciativa es trazar una ruta para la reactivación económica y la transformación productiva, ya que los actuales indicadores de competitividad e innovación plantean como requerimientos el establecimiento de nuevas estrategias y la atracción de inversionistas nacionales e incluso, de otras latitudes más lejanas.

Las cifras son preocupantes y debemos hallar herramientas para que el Tolima potencie su economía. Es necesaria una inversión pública que genere amplias dinámicas empresariales, de emprendimiento y sobre todo de nuevas apuestas productivas. La agroindustria, el turismo, la maquila, la capacitación técnica y profesional, y un programa de formalización son urgentes en el escenario actual.

Continuamos a diario de la mano de las fuerzas vivas de la región, del sector productivo, de los trabajadores y de los líderes del departamento para lograr las mejores condiciones posibles para generar desarrollo económico y superar esta crisis social y económica. El empleo debe constituirse en la principal meta común de los estamentos políticos, económicos y sociales. Seamos garantes del tejido empresarial, de la industria nacional y de todo lo #SientoPorCientoColombiano.

MIGUEL ÁNGEL BARRETO

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