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Se abordaron grandes temas que esperamos seguir consolidando en los próximos meses. Indispensable trabajar unidos y generar un plan de desarrollo económico y social para los tolimenses.
Una de nuestras dificultades históricas es la dispersión de propósitos, por lo que la nueva bancada está llamada a trabajar en una hoja de ruta específica de proyectos y acercar el Gobierno nacional a nuestra región a través de una gestión más activa de grandes obras.
En el escenario presupuestal hay unas finanzas públicas limitadas por parte de la Nación y departamentos con muchos senadores y representantes, lo que hace más efectiva para ellos la financiación de proyectos.
Adicionalmente una parte de nuestros municipios están clasificados en Quinta y Sexta categoría, por lo que es fundamental en nuestro caso mantener la voluntad política y la unidad en medio de las diferencias para garantizar una mayor participación en los presupuestos del orden nacional.
En el caso del Tolima resulta perentorio avanzar en el fortalecimiento de la rama agropecuaria. Uno de mis propósitos en esta nueva legislatura es mediante proyecto de ley fortalecer el presupuesto para este sector, que apenas alcanza 2.4 billones de 360 billones de pesos. No llega ni al 1%.
Si se logra que por lo menos el 5% del PGN sea destinado a la agricultura se podría disponer de recursos priorizados para nuevas apuestas productivas, mejores prácticas, asociatividad, estímulos, agroindustria, investigación, tecnología, innovación, equipamiento digital y acceso a nuevos mercados.
Como complemento deberá analizarse la posibilidad de crear un rubro puntual destinado exclusivamente a intervenir las vías terciarias y mejorar la infraestructura de los municipios. Esta oleada invernal expuso lo altamente vulnerables que somos al cambio climático, las deficiencias en medidas de mitigación de riesgo y las limitaciones de las gobernaciones, alcaldías y corporaciones ambientales para prevenir y atender emergencias.
Ocultar las debilidades no soluciona las problemáticas. En el tema del Triángulo del Tolima es urgente que el Gobierno nacional defina las posibilidades reales de salvar el proyecto por el bien del Sur del Tolima.
En el caso de Ibagué no se puede seguir dilatando tres proyectos estratégicos como son: la Zona Económica Social Especial (Zese) para dar apertura a nuevos inversionistas, el Sistema Estratégico de Transporte (Setp) que mejoraría el entorno mobiliario y la movilidad de pasajeros y la creación de una Central de Abastos regional, entre otros.
De igual manera, el frágil tejido empresarial de la región urge de mayor acceso a créditos y capacitación para elevar y fortalecer su vocación productiva, en esa medida se protege el empleo en tanto que se lanza una estrategia para involucrar a los informales con la economía de la región. En la agenda se debe aprovechar al máximo la ley de turismo, la dinámica de la construcción y fortalecer la cadena confeccionista.
Es altamente significativo involucrar, en los derroteros de trabajo y las mesas técnicas que se esperan conformar, a todas las universidades del Tolima, a transportadores y economistas, entre otros.
Sin duda, todas las propuestas tendrán que ser analizadas detalladamente, justificadas técnicamente y priorizadas con base en sus posibilidades reales para hacerlas efectivas desde el Congreso.
A no dudar que vale la pena esta nueva alianza por el futuro del Tolima.
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