Los de la vista gorda

Prácticamente ya se cuentan seis años desde que fueran descubiertos los millones de onzas de oro contenidas en La Colosa en Cajamarca...

...un megaproyecto que si bien honra una de las locomotoras del desarrollo que propuso nuestro presidente Santos para alcanzar la “prosperidad para todos”, en mi criterio lo considero un monstruo capaz de arrebatar en el mediano plazo la vida y las posibilidades de un desarrollo sostenible de nuestro pueblo.

Ninguna otra opinión puede merecer un proyecto que amenaza con destruir las fuentes hídricas quizás mas importantes del territorio tolimense, que además supone una acelerada descomposición social al minar un pequeño poblado con frágiles e insostenibles soluciones de empleo y la llegada de delincuencia, prostitución e incluso de actores armados que perturben la tranquilidad, y que además, seguramente después de profundas puñaladas a las montañas cajamarcunas producidas por las innumerables excavaciones, convertirá a esta población en un desierto triste y estéril.

No obstante, son incontables los argumentos para demostrar que de darse por completo la ejecución de este proyecto, traería consigo un impacto muy negativo para nuestra sociedad; por ello, hoy en día preocupa que la mayoría de tolimenses no sepamos que está pasando al interior del proyecto La Colosa, resulta sospechoso que después de varios años la transnacional Anglogold Ashanti aun continúe en su etapa de exploración, haciendo “estudios” supuestamente sin nada a cambio, pero si invirtiendo grandes sumas de dinero en patrocinios a proyectos de desarrollo comunitario, eventos de diferente índole, micro créditos y hasta equipos de fútbol, entre otros.

En verdad, desconfío de su bondad, incluso me llena de dudas; sería posible que ya estuvieran en una fase extractiva sin que nadie lo hubiera notado?; qué hace que apenas en una fase exploratoria en donde la probabilidad de éxito aun es baja, exista tal grado de seguridad en que su proyecto cumplirá con todos los requisitos para poder ejecutarse como para invertir tanto sin recibir nada en contraprestación?.

Por qué el gran silencio por parte de la Procuraduría delegada para asuntos ambientales quien se supone es la máxima autoridad en la materia?; qué motiva una actitud tan discreta por parte de Cortolima?.

No deberían estos últimos haber ya realizado diferentes visitas al terreno de “exploración” e informado a la ciudadanía del estado real del proyecto?; será que sí hay controles y no informan a la ciudadanía?, o simplemente se están haciendo los de la vista gorda. Definitivamente aterra que todo siga siendo un enigma y que las respuestas a estas preguntas salgan a la luz pública cuando ya quede muy poco por hacer.

Quienes estamos a favor del ambiente, debemos entender que la protesta ciudadana es un buen arma para enfrentar abusos y hechos como este que atentan contra el interés común, que las marchas y proclamas son importantes a la hora de rechazar proyectos que vayan en contra de la calidad de vida, que las posiciones claras de dirigentes gremiales, políticos y comunitarios son muy valiosas para arraigar el sentido de pertenencia y de protección por lo nuestro; pero que definitivamente para lograr una férrea defensa del derecho a un ambiente sano y sostenible, tenemos que exigir acciones contundentes por parte de las instituciones que tienen a cargo el cuidado del mismo y no ser cómplices de la indiferencia o la omisión, de manera que mas allá del rechazo ciudadano, exista una fuerza institucional que luche contra todo lo que pretenda cambiarnos el agua, la vida y la dignidad por inertes pedazos de oro.

Credito
César Picon

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