¡Qué grandes verdades! y las dijo Petro

Rodrigo López Oviedo

No sé cuán intensos fueron los aplausos que cosechó Gustavo Petro en su intervención del pasado 18 de noviembre en la Cumbre del G20.
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Esa intensidad no debió ser mucha, dado lo que dijo, a quién se lo dijo y que estuvo presente tan solo en calidad de invitado. No olvidemos que en estas cumbres se reúnen los presidentes y similares de las 20 economías más importantes del mundo, a los cuales, mayoritariamente, no les interesa el enfoque que pueda darles un presidente de izquierda a los problemas abordados en sus eventos.

Aparte de los aplausos, debemos destacar el reclamo que formuló a la mayoría de aquellos países, sin nombrarlos, a los cuales responsabilizó de los problemas que abaten al sur global, hoy especialmente evidenciados a través de las inhumanas migraciones a que muchos están condenados. Al respecto, todavía deben resonar sus palabras: “Si no hay hambre en el sur, no hay emigración del sur hacia el norte”; y su solución: “La única política efectiva para detener el éxodo de los pueblos del sur hacia el norte es que el sur sea más próximo; que no tenga hambre”.

Pero también hizo manifiesta su preocupación por la salud del planeta, en parte afectada, según sus palabras, por la producción de alimentos sobre la base del carbón y del petróleo. De allí que hiciera un llamado a desarrollar reformas agrarias que excluyan el uso de energías fósiles, y que estén orientadas a favorecer, no a las multinacionales de la agricultura, sino al campesinado y al pequeño granjero, a los cuales, además, hay que reconocerles mayor poder como ciudadanos.  

En correspondencia con lo dicho, tampoco podía callarse ante otra de sus preocupaciones, el usufructo privado de la inteligencia artificial, del cual puede esperarse que acabe con millones de puestos de trabajo y aumente sustancialmente el hambre en el mundo, si no se establece una “regulación política global” que lo ponga “al servicio del ser humano y no al revés”.

Como complemento a esta solución, nuestro presidente se hizo eco de la propuesta de algunos pensadores brasileños que hablan de la necesidad de “una reestructuración de las finanzas internacionales” que permita otorgar “una renta ciudadana universal” a los trabajadores víctimas de la masacre laboral implícita en esta inteligencia artificial. ¿Estará pensando Petro en la posibilidad de llevar a nuestro país al seno de los BRICS+?

En fin, es innegable que esta fue una salida brillante de nuestro presidente a los escenarios internacionales, lo cual era de esperar, tratándose de un estadista de tantas condiciones. ¿Nos llevará esto a comprometernos aún más en la continuidad de su proyecto social?

Rodrigo López Oviedo

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