Yo sé que con la sola propuesta me dirÃan que estoy loco.
Esta manera de hacer crecer el conocimiento ya no se estila ni en la academia, porque crecer en equipo ya linda los terrenos de la utopÃa.
A propósito de equipo, y eso que yo sé muy poco de fútbol salvo que se juega a las patadas, Colombia no tiene equipo de fútbol ni de grandes ni de medianos ni de pequeños, ahora llamados sub esto o sub aquello, porque hasta eso se ha corrompido.
Acaba de terminar un mundial sub en nuestro paÃs y su desarrollo lo demuestra.
Y se ha corrompido porque este imán de multitudes se ha convertido en un negocio fabuloso, eso de vender jugadores, y a cada empresario le importa más el monto con que se pueden transar las habilidades de un jugador que la insignia que represente. Para eso hay multitudes que pagan y se matan por eso.
Ser tenido en cuenta por uno de estos negociantes (perdón, empresarios -¿no es como una trata de blancas pero con negros?) es un ideal en el que se trastoca el sueño de ser equipo y de ser patria.
Por eso los veintitrés o veintidós convocados (once que salen a mostrarse y once que esperan la oportunidad del casting para cotizarse) sólo piensan en lucirse y en la cancha se juegan once partidos diferentes donde a veces coinciden las habilidades y se logra el triunfo.
No han cuajado aún como seres humanos y ya exigen mejores pagos, más bonificaciones y hasta comodidades que no disfruta ningún trabajador asà haga patria.
Por eso no tenemos equipo, es decir mentalidad colectiva. Y el fútbol es un reflejo de lo que pasa en el paÃs. No hay equipo para nada. Tal vez para robar. AsÃ, cada cual mira hacia otro lado a pesar de ver que esquilman las riquezas de la nación, muchos aceptan enlodar a ciudadanos honestos con tal de recibir una buena paga, otros se piensan primero en la trampa y luego se planean el desarrollo de las obras, etc.
Qué tal que leyéramos un libro y… ¡Qué libro ni qué ocho cuartos! Que cada cual salga adelante como pueda. Y si existieran categorÃas post, como las sub, por ejemplo una post 50 o post 60, hasta yo me apuntarÃa a jugar un partidito. Claro que mi cotización no alcanzarÃa para comprar un libro. Y eso que están bien caros.
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