Centro Democrático en las regiones

Alfredo Sarmiento Narváez

El Centro Democrático en solo cinco años de existencia (fundado en 2013), ha logrado consolidarse nacionalmente como empresa política robusta con vocación de permanencia, con cuerpo de doctrina dinámico al mismo tiempo que consistente y sustantivo, promotor de visiones de Estado, de sociedad, persona y de democracia que concitan e inspiran liderazgos que combinan experiencia, juventud y probidad.

El Centro Democrático es empresa política de largo aliento, probada con éxito creciente en procesos electorales de orden nacional, aumentando sus bancadas en el poder legislativo y pasando de ser oposición disciplinada a ser, con el presidente Iván Duque Márquez, partido de gobierno.

Estos logros, hay que reiterarlo, se explican porque el Centro Democrático ha sabido convertirse como empresa política con vocación de historia sin caer en la tentación de proceder como un mero negocio electorero, que por afanes de coyuntura, confunde fines con medios, haciendo componendas a las volandas que no responden a ninguna consistencia programática.

En el 2019 el Centro Democrático tiene el reto de sus segundas elecciones regionales, su primera incursión fue en el 2015, sus logros fueron modestos en contraste con los resultados nacionales alcanzados en el 2014.

Los comicios del próximo mes de octubre, son oportunidad para que el partido profundice sus raíces en los departamentos y municipios colombianos llamado como está a lograr, con candidatos propios, varias alcaldías y gobernaciones en el territorio nacional y a duplicar por lo menos su número de diputados, concejales y ediles.

Lo que avance el Centro Democrático en este propósito contribuirá a la gobernabilidad del presidente Duque. Es necesario garantizar que los futuros alcaldes y gobernadores del Centro Democrático, consoliden pactos departamentales y municipales por la equidad en sus respectivas jurisdicciones, para que las metas de desarrollo que se buscan obtener en los agregados nacionales tengan su reflejo en los escenarios departamentales y municipales.

Si el objetivo central del Centro Democrático debe ser triunfar con la mayor cantidad de candidatos propios en diferentes partes del país, no cabe duda que en varios departamentos y municipios, será menester construir alianzas coherentes y consistentes con otras colectividades políticas, alianzas que respondan a diálogos programáticos reales y no a componendas propias de negocios electoreros precipitados.

Allí donde no se puedan construir alianzas coherentes y consistentes con las bases doctrinarias del partido, es mejor incursionar con candidatos propios que vayan abriendo trocha así las probabilidades de triunfo no sean prometedoras. De no existir estos perfiles, mejor abstenerse de acuerdos que puedan confundir las crecientes bases que miran con entusiasmo y cariño los postulados del partido, en estos escenarios, mejor prepararse para asumir el papel de oposición responsable que también es de gran aporte para la democracia local.

Trabajemos para que el Centro Democrático se consolide en octubre como el partido que promueva la democracia solidaria, segura, productiva, justa, incluyente, sostenible, proba e institucional, el bien común y el estado comunitario en toda la geografía del país. En lo que a nuestro Tolima concierne, hay con quien.

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