Ante la crisis de seguridad

George Wallis

Nadie duda de la buena voluntad del coronel Camacho, de la Policía de Ibagué y de su derecho de defensa de la gestión institucional. Para él, quienes hablan de la inseguridad en Ibagué, lo único que buscan es desacreditar a la ciudad.

Pero los ibaguereños se muestran cada día más preocupados por los hechos de inseguridad y la explicación de siempre, que atribuye la inseguridad a la pobreza, no convence. Tal vez la respuesta al problema no esté aquí, ni en Bogotá. Quizás la encontremos en un país que consideramos atrasado, como Nicaragua, que muestra mucho mejores índices de seguridad ciudadana.

En Nicaragua, la tasa de homicidios es de 8.71 por cada 100.000 habitantes. Esto lo convierte en uno de los países más seguros de América Latina. Mientras tanto, en Colombia, la tasa está en alrededor del 28% y en Ibagué ronda el 24%, según los estimativos más optimistas.

En Colombia hay 35 policías por cada 10.000 habitantes, mientras en Nicaragua hay 17.9 policías por cada 10.000 habitantes.

Pero una cosa va del pujante Tolima y la Colombia que progresa día a día a Nicaragua. Este último país es el segundo país más empobrecido de América Latina, después de Haití. Managua ha sido además azotada por los ‘maras’ o pandillas juveniles nacidas de inmigrantes nicas en Los Ángeles y por el narcotráfico.

No obstante estas amenazas estructurales, ha sido un país que implementó una exitosa política de seguridad ciudadana con perfil comunitario que ha permitido reducir la tasa de homicidios y ser uno de los más seguros del continente.

El Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-2014 de las Naciones Unidas, pone a Nicaragua como ejemplo de cómo la pobreza no necesariamente genera violencia.

En otro contraste regional, Honduras, vecina de Nicaragua, tiene la mayor tasa de homicidios del mundo, con 92 por cada 100.000 habitantes, según el informe ‘Delincuencia Organizada Trasnacional en Centroamérica y el Caribe: Una Evaluación de las Amenazas’, de septiembre de 2012, divulgado por las Naciones Unidas. Muy por debajo de esa cifra se encuentra El Salvador, con 69 homicidios por cada 100.000 habitantes; Guatemala, con 39; Panamá, con 14.9; y Costa Rica con 10.3.

Al parecer el éxito de la seguridad ciudadana en Nicaragua se debe a su estrategia de policía. Este modelo, dicen quienes lo conocen mejor, es preventivo, comunitario y proactivo, con importante enfoque humanístico.

En Nicaragua la fuerza policial concentra su gestión en la parte comunitaria y preventiva, lo cual ha arrojado estos resultados que empiezan a ser mirados como ejemplo en el continente.

Hace pocos días, por ejemplo, una delegación ecuatoriana del más alto nivel viajó a Managua para conocer cuál ha sido la fórmula para los buenos resultados de seguridad ciudadana.

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