Reprobación, repitencia y deserción, fenómenos que afectan el desarrollo escolar

Con la finalización del calendario académico, llega la temida pérdida del año para miles de estudiantes.

La reprobación conduce a la repitencia del año y a la deserción escolar, además del impacto económico que produce en el sistema educativo.

De acuerdo con el Observatorio de Gestión Educativa de la Fundación Empresarios por la Educación, la tasa de reprobación en Colombia en 2023 fue el 7,65%, siendo la más alta en secundaria (11,87%), mientras que la tasa de repitencia fue de 9,04% y la deserción representó el 3,9%. En el Tolima, la tasa de reprobados fue de 6,5%; la repitencia fue de 8,61% y la deserción, de 4,2%.

Adicionalmente, según el informe Panorama de la Educación 2024, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Colombia es el país con la mayor tasa de repitencia escolar en primaria con un 5,8%, muy superior al promedio de los países miembros que es de 1,5%. Una de las causas de las altas tasas de repitencia tiene que ver con la pandemia, que puso al descubierto la poca preparación del sistema para implementar acciones apropiadas y prontas ante una situación anómala como la del confinamiento.

El fracaso escolar es, así mismo, una evidencia de las fallas del sistema educativo que no encuentra la forma de garantizar que los estudiantes logren cumplir sus metas de aprendizaje. Estos fenómenos retrasan el desarrollo educativo de los jóvenes, los desmotiva para seguir adelante, interrumpe su proceso de formación, les resta posibilidades de ingresar a la educación superior y disminuye sus probabilidades de acceder a empleos bien remunerados, con lo cual no consiguen interrumpir el ciclo de la pobreza. También afectan el desarrollo de las regiones que necesitan de una población educada. No se trata de casos individuales, estos problemas perjudican al conjunto de la sociedad.

El Gobierno seccional está implementando estrategias para disminuir la deserción escolar, pero también es necesario que se establezcan programas para que los estudiantes no reprueben el año, como aulas y materiales adecuados y suficientes; grupos de estudio, asesorías y métodos de enseñanza innovadores, atrayentes y significativos.  Estas acciones las debe planificar la Secretaría de Educación, en conjunto con el magisterio, los padres de familia y las comunidades. 

El Nuevo Día

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