Ejecuciones y retos

La gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, rindió cuentas de su gestión ante los tolimenses.

Aunque se trata de un acto de obligatorio cumplimiento, este hecho no le resta valor a la contribución a la transparencia que hacen los gobernantes.

La mandataria de los tolimenses destacó sus logros en seguridad, salud, infraestructura, desarrollo económico y agropecuario; en equidad de género, inclusión social, educación y turismo. Matiz ha ejercido su liderazgo y ha estado presente en los temas de la región y en aquellos de orden nacional que le atañen al Tolima. Sus acciones y su reconocida vocería le valieron que los líderes de opinión del país la calificaran con el puntaje más alto entre los gobernadores.

La seguridad es uno de los mayores retos que ha debido enfrentar la gobernadora, con el resurgimiento de grupos disidentes de las FARC, en el sur y el norte del Departamento, así como del grupo de delincuencia organizada Clan del Golfo. Sin embargo, se destacaron logros como la creación de grupos especiales para enfrentar a estas bandas, la captura de algunos de los delincuentes más buscados y la disminución de los casos de delitos como homicidios, hurto a personas y hurto de vehículos. Para el 2025 es necesario no desfallecer en esta materia.

Al tiempo que la gobernadora hizo un corte de cuentas de las ejecutorias de su primer año de gobierno, expuso tres proyectos que son una deuda con los tolimenses: los dos primeros se refieren la construcción de los hospitales de Rioblanco y Chaparral, cuyo primer intento fue un fracaso del anterior gobernador, Ricardo Orozco, y el tercero es la recuperación del emblemático hotel Ambalá que está punto de colapsar por cuenta del abandono en que se halla, desde hace ya casi siete años cuando se decidió su cierre.

También anunció un presupuesto de cerca de un billón de pesos para vías en los municipios de Chaparral, Natagaima, Herveo, Villahermosa, Prado, Melgar y Espinal; la construcción de nueve megacolegios y la recuperación de instituciones educativas; obras de gasificación, la construcción del comando operativo de Policía en Espinal y la inversión en infraestructura para la práctica del deporte.

El 2025 no será un año fácil; es por eso que los sectores económicos, políticos y sociales de la región habrán de prestar su colaboración y capacidad de gestión para conseguir que las metas de la administración seccional logren alcanzarse.

El Nuevo Día

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