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Un dolor de cabeza se ha convertido la empresa de energía Vatia para la Editorial Aguas Claras con sus cobros exorbitantes en el servicio de luz. De enero a septiembre del 2023 el costo promedio mensual era de $ 9.608.210, un valor que se ajustaba al contexto de producción de la Editorial con sus dos periódicos impresos. Este precio correspondía al 60% del funcionamiento de la máquina rotativa y el 40% restante al consumo realizado por equipos de oficina y aires acondicionados.
Por decisiones internas, la empresa decidió apagar la máquina rotativa el pasado 22 de octubre, esperando una reducción en el pago de la factura de luz que sería un alivio para su flujo de caja. Sin embargo, para sorpresa de todos, el monto aumentó a $13,388,885 ese mismo mes, superando el promedio que se venía manejando con la máquina en funcionamiento.
La Editorial decidió realizar una reclamación de manera virtual, esperando obtener una respuesta favorable por parte de la entidad, algo que no sucedió, fue hasta que vinieron a realizar la suspensión del servicio de energía que se explicó la forma en que se cobraba: por promedio y no por consumo.
Esto significaba que Vatia debía realizar una visita de inspección para reducir el valor promedio de la factura. La respuesta a la solicitud en su momento fue una rebaja pírrica de 2 millones al valor de ese mes, que no reflejaba ningún tipo de ganancia ni resolvía el problema de fondo de la Editorial con el costo del servicio de luz.
Finalmente, la empresa de energía realizó la revisión pero hasta la fecha no ha dado ninguna respuesta clara ni ha realizado ajustes a las facturas anteriormente causadas a costo promedio, lo que ha llevado a la Editorial a destinar millones de pesos adicionales al pago del servicio de la luz, pese a que el valor no coincide con el consumo real actual, para continuar con su labor informativa.
¿Qué caminos se debe tomar?
Ante a la negativa y agotando todas las instancias con Vatia, el día de hoy la empresa intentó ponerse nuevamente en contacto directo con la comercializadora, específicamente con el señor, Hermes Meneses que atendió la llamada y la cortó sin ninguna explicación y no volvió a responder.
Debido a esta actitud desinteresada se considera que la empresa no ha recibido un trato profesional por parte de Vatia, y tampoco a recibido respuestas satisfactorias a la inquietudes planteadas por diversas formas ante el incremento exorbitante de la cuenta de energía, ¿qué camino debe seguir la Editorial?, ¿será una solicitud a la superintendencia de servicios públicos o inclusive una tutela porque se limita el derecho al trabajo, el derecho a la información?
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